El futuro del puente de Pontearnelas sigue pendiente de estudios técnicos

Bea Costa
bea costa VILANOVA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

Ayer se retomaron los trabajos de apuntalamiento a la espera de desmontar el pretil

19 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los obreros y las máquinas volvieron este jueves al puente de Santa Marta de Pontearnelas. Los trabajos de apuntalamiento de la estructura ya se iniciaran, pero quedó pendiente la colocación de dos puntales más que se apoyarán en una roca que afloró en el lecho del río al bajar el nivel del cauce, según informa la Axencia Galega de Infraestruturas. Ayer también comenzaron las labores de geotecnia que permitirán caracterizar el terreno en las cimentaciones «e deseñar a solución construtiva definitiva, na que está a traballar a Xunta, avaliando as distintas alternativas de rehabilitación ou reconstrución».

En la agenda de la consellería está señalado además el 29 de mayo como día de inicio de los trabajos para desmontar el pretil del puente con el fin de ir aminorando el peso que soporta el viaducto. «Estanse tamén a estudar, para este traballo, solucións para retiralos de maneira segura para os traballadores», según informan desde el departamento que dirige Ethel Vázquez.

La propia conselleira pudo comprobar el estado que presenta el puente hace un mes, un día después de que se cerrase al tráfico. El viaducto de Santa Marta, con solo 16 años de vida, se hunde como consecuencia de la rotura de los tirantes que lo sostienen, lo cual supone un grave problema desde el punto de vista de la seguridad vial. Desde el 18 de abril el tráfico de la PO-300 se desvía por el puente antiguo lo que implica que una media de tres mil vehículos pasan a diario sobre sus arcos centenarios, volviendo así a la situación de colapso que se vivía hace tres lustros y se trató de evitar, precisamente, con el puente que ahora se cae. El de Os Padriños resulta demasiado estrecho para albergar la circulación en ambos sentidos, especialmente cuando se trata de autocares y camiones, pero es la única solución que existe para salvar el cauce del río Umia en este tramo, y todo apunta a que seguirá siéndolo, todavía, por largo tiempo.

De ser un punto negro, Pontearnelas pasó a convertirse en un espacio humanizado y de gran valor paisajístico propicio para lel senderismo. Para ello se hizo un importante esfuerzo económico. Al millón de euros gastados en el entorno del puente de hay que sumar los 3 millones que costó levantar el nuevo viaducto, realizado bajo el mandato de Rafael Louzán en la Diputación de Pontevedra, aunque la carretera es ahora de titularidad autonómica.