Veinticinco años con el Acuario do Grove

leticia castro O GROVE / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Ideado por Alfredo Fernández, el de Punta Moreiras fue el primer acuario de Galicia. Un espacio de divulgación del medio marino que hoy gestiona Iñaki Aguinaga, del grupo Aquagestión, tras reflotarlo en 2013

14 abr 2023 . Actualizado a las 13:46 h.

Han pasado ya veinticinco años, quizás alguno más, desde que a Alfredo Fernández se le ocurriera la brillante idea de hacer realidad lo que hoy conocemos como Acuario do Grove, una iniciativa privada de la que también participaron Juan Búa, Jacobo Fernández, Manolo Ochoa y Antonio Sánchez. Corría el año 1995 cuando decidieron lanzarse a la aventura. La empresa fue bautizada como Acquarium Galicia y se inauguró en 1997, dos años más tarde. Sería el primer acuario de la geografía gallega, todo un hito y un fuerte reclamo turístico para la localidad.

Alfredo tuvo mucho que ver en que se atreviesen a dar el paso, ya que era un absoluto visionario. Fue de los primeros en dotar de visión submarina a los barcos de pasaje que partían del puerto grovense, y aquello tuvo un éxito tan arrollador, que la capacidad de los barcos se hacía pequeña para mostrar el mundo marino, «e pensou que o acuario podía ser un complemento para atraer o resto da xente», comenta Juan.

Lo plantearon como un espacio que mostrase las especies autóctonas y se convirtió en un potente instrumento de divulgación: «Era unha forma de reivindicar a sociedade mariñeira», explica Alfredo, «así que fixemos un acuario con base pesqueira».

Un trayecto con muchas trabas

El camino no fue fácil, había que conseguir mucho dinero para construir las instalaciones. «Fomos falar co banco, pero a figura dun acuario privado, como produto digamos, non existía», dice Juan. Porque claro, la mayor parte de acuarios del territorio son públicos, lo que suponía una tremenda aventura, que por supuesto, acabó bien. El poder de persuasión de Alfredo fue tal que salieron con el crédito debajo del brazo. Les hacían falta doscientos millones de pesetas. Lo hicieron, confiesan, con medios rudimentarios, levantando una estructura desmontable y con operarios que de entrada no sabían qué era aquello de construir un acuario, aunque contaron con la ayuda de muchos alumnos del IGAFA, con los que mantuvieron siempre una estrecha colaboración.

Además de peces autóctonos trajeron escualos. «Había certa obsesión cos tiburóns cando empezamos», recuerdan, «así que conseguimos un tiburón limón, que dentro da filosofía dos acuarios era unha especie menor, de andar por casa, e propuxémonos traer un tiburón touro». Y consiguieron dos ejemplares en Nicaragua.

El esfuerzo que hicieron en promoción fue mayúsculo: «Investiamos en publicidade dez millóns de pesetas ao ano», cuenta Juan, que recuerda uno de los eslóganes que lucían en la ciudad olívica El Acuario de Vigo está en O Grove, rezaban las vallas. 

El acuario tenía miles de visitas: «Houbo picos de 96.000 ao ano». Era un proyecto tan ilusionante, que consiguió que, «por primeira vez no Grove, despois de matar o meco, houbese unidade, todos coincidían en que aquilo era unha cousa boa, había orgullo de que existise», apuntan con orgullo sus promotores.

Aguinaga lo reflotó

Fueron tirando hasta que llegó la crisis y en el 2011 la firma Bluedisplays se hizo cargo de la gestión, aunque las instalaciones pertenecían aún a Alfredo, Juan y Manolo. «Foi un desastre», dice Juan. Las instalaciones de Punta Moreiras estuvieron a punto de desaparecer. Pero el verdadero salvador, y actual propietario de las instalaciones, Iñaki Aguinaga, del grupo Aquagestión, que sigue manteniendo una excelente relación con los fundadores, llegó en el momento adecuado y consiguió reflotarlo en 2013. Remodeló todas las instalaciones técnicas, pagó deudas y multas. De su mano llegó también el biólogo Andrés Loza, que tuvo mucho que ver en esa decisión. O Grove era un buen centro de pesca y ofrecía la posibilidad de conseguir peces para otros acuarios, «no lo vimos como un negocio al principio, pero luego nos lo quedamos», confiesa.

Precisamente, en realizar cuarentenas con los ejemplares es en lo que trabaja ahora Loza: «Hemos hecho una inversión muy potente, y queremos mantener esa colaboración estrecha con los marineros que antes comentaba Alfredo», explica Iñaki, «la idea es que pesquen peces vivos para mandar a otros acuarios, de hecho ya hemos hecho envíos a Noruega, a California y a Valencia». Esa puede ser una salida potente, según comenta, que «dará bastante trabajo».

Mientras tanto, están comenzando a renovar tanques y piensan introducir una zona pirata para divulgar la historia de San Vicente, «y dentro de unos años me gustaría tener un tanque con un pequeño túnel», asegura el dueño. La inversión en los próximos dos o tres años será de 800.000 euros, con el objetivo puesto en seguir creciendo. Iñaki quiere, además, que el Acuario do Grove sea sostenible energéticamente hablando. Hace cinco años hizo la primera inversión en placas solares, y está previsto que ahora la refuerce con veinte placas más, «vamos a ser un acuario, el primero de Europa que tengamos cero emisiones de CO2», señala.

1997

El acuario grovense está ubicado en la zona de Punta Moreiras y en su día abrió con el nombre de Acquarium Galicia.