Vilagarcía despide a Gorecho, un ferroviario de los de antes

José Membrives VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

CEDIDA

Divertido, irónico, preñado de ocurrencias, Manuel Martínez era un excelente compañero y un gran conversador

31 mar 2023 . Actualizado a las 20:37 h.

Hay dos tipos de personas. Unas son aquellas que, cuando te las encuentras, te dan la paliza ( la chapa, como dice ahora la gente joven) y en el mejor de los casos te aburren con lo que te cuentan. Otras son aquellas con las que coincidir constituye una suerte, ya que te supone pasar un rato divertido y agradable. Manuel Martínez, Gorecho, pertenecía, sin lugar a duda, al segundo grupo.

Divertido, irónico, preñado de ocurrencias. Con él, lo mismo te divertías hablando de la actualidad o de la política local que cuando recordaba su paso por el antiguo colegio de aprendices de Renfe en Bamio, su servicio militar en Ceuta o sus innumerables anécdotas ferroviarias, siempre con un toque festivo y vitalista, ajeno a las trascendencias inútiles.

Ferroviario hasta las cejas, casado y padre dos hijos, buen compañero, podías confiar en él cuando te decía dónde comer lamprea o unos buenos chocos en su tinta. También ejercía de vilagarciano, vigilante de su querida playa de Compostela. «Pasando una temporada en el marco incomparable de la ría de Arousa» era una de sus frases míticas. Desde hoy, Vilagarcía es un poco más triste.

Recuerdo una época en la que coincidíamos en el primer tren de la mañana. A pesar del madrugón, aquellos viajes eran garantía de pasar un rato divertido e inteligente en el que no se dejaba títere con cabeza y lo políticamente correcto no existía. Supongo que cuando termines de atravesar la laguna en la barca de Caronte, al otro lado ya se estarán riendo. Gracias por tu alegría.

«Dichoso aquel que sabe hacer brotar la alegría en el corazón del hermano».