Una matrícula en el último momento salva del cierre a la unitaria de Solobeira

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

El colegio tendrá seis alumnos, el número mínimo, en el próximo curso

22 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta el último momento se vieron con la obligación de hacer las mochilas y cambiar de colegio los cinco alumnos que están matriculados en la escuela unitaria de Solobeira y que continuarán el curso que viene porque todavía seguirán en la educación infantil. Este año tienen dos compañeros más, pero que para el ejercicio 2023-24 pasarán ya a Primaria. Esas dos ausencias dejaban en el alero la continuidad del centro, porque no se cubriría el cupo mínimo de alumnos, que está fijado en seis.

La amenaza del cierre de un centro que tiene una amplísima historia era más que evidente y las familias del alumnado que se vería afectado por el obligado traslado comenzaron a movilizarse. Lo hicieron a través de las redes sociales y, también de los medios de comunicación, lanzando un grito de ayuda. La búsqueda no era fácil, porque en la parroquia no había relevo. No había ningún niño o niña que pudiera matricularse para entrar en la escuela infantil.

Tocaba, por lo tanto, buscar esa necesaria matrícula lejos de la parroquia. No muy lejos, en realidad, porque Solobeira está apenas a diez minutos del centro de Vilagarcía y tocaba buscarlo defendiendo la calidad de la enseñanza que se practica en una escuela unitaria. «Es otro mundo. Es muy enriquecedor, tanto para el alumnado como para la maestra», subrayaba Cristina Pazos en las páginas de La Voz de Galicia hace apenas unos días. Ella, que llegó a Solobeira en el presente curso, lo tiene muy claro: «Yo quiero jubilarme en una unitaria».

El plazo para que apareciera esa matrícula concluía ayer y, al filo de que se cumpliera, llegaron las buenas nuevas. Una familia de fuera de Solobeira formalizó la documentación y su hija cursará sus estudios el próximo año en esa unitaria que tiene 64 años de historia.

Una situación que se repite

No es la primera vez que ese centro sufra la amenaza del cierre. Hace diez años se vivió una situación parecida y toda la parroquia se echó a la calle para intentar evitarlo. Este año esa matrícula en el último momento evitó que el candado acabara con un centro histórico y por el que pasaros cientos de los habitantes de la parroquia, pero habrá que ver si la situación no se repite en años venideros.