Universitarios a partir de los 50: «Prefiro estar aquí, descubrindo cousas, que metido na casa vendo Netflix»

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Nutrición, el arte de Santiago y medio ambiente; esas son las tres materias que tocan este semestre en el aula para mayores de 50 años que la USC ha abierto en Vilagarcía

12 mar 2023 . Actualizado a las 20:52 h.

Martes. Fuera hace una tarde parda y fría de invierno. Las persianas de la clase están bajadas, pero fuera, el cielo de color plomo, promete que pronto comenzará el monótono repiquetear de la lluvia en los cristales. En el aula, treinta y cinco personas esperan el arranque de la clase. Hoy toca hablar de nutrición, que es una de las tres asignaturas que se imparten este semestre en el marco del Cuarto Ciclo de la Universidade de Santiago: las otras son Medio Ambiente y el arte en Santiago de Compostela. «Son materias muy interesantes», asegura, desde primera fila, Esperanza. Es la delegada de esta clase en la que el alumnado, en muchos casos, peina canas. Y no es una manera de hablar: estamos en los cursos de la USC para mayores de 50 años que desde el curso pasado tienen delegación en Vilagarcía de Arousa.

En la clase hay más mujeres que hombres, aunque la verdad es que los dos sexos han logrado aquí un equilibrio que no se ve en otras aulas. Unas y otros llegan hasta este aula con el objetivo de mantener su mente en forma, de seguir alimentando su cerebro, de continuar aprendiendo. Quizás por eso, todos rezuman un entusiasmo que parece contagioso: «La verdad es que es muy bonito llegar a nuestra edad con ilusión por seguir aprendiendo», vuelve a hablar la delegada de clase. «Aprender pódese aprender sempre, hasta a morte», apunta, ahondando en la idea, Carmen Paz, que a sus 66 años, y tras toda una vida consagrada a su familia y su casa, ha decidido aprovechar la oportunidad que le brinda la USC. «Igual que vou facer ximnasia para manter o corpo en boas codicións, veño aquí para entrenar o meu cerebro», señala. Se sienta al lado de Pilar, una mujer de 72 años que trabajó en hostelería y que ahora disfruta invirtiendo el tiempo en aprender. El llamado Cuarto Ciclo de la USC es, para ella, «una oportunidad maravillosa» para acercarse a materias que nunca había trabajado: desde derecho a historia; desde nutrición a geografía... «Aquí aprendemos de todo; as materias son moi variadas», explica José Manuel. Para él, resulta «gratificante aprender e descubrir cousas». Las clases son amenas e interesantes, las actividades -suelen realizar salidas culturales a museos, observatorios, ciudades...- enriquecedoras. Los trabajos y los exámenes, exigentes. Pero ese punto de exigencia, en general, es recibido con agrado: es un estímulo, un reto.

Esther, que cuando era joven fue a la Universidad, asegura que las clases de hoy no tienen nada que ver co las de sus tiempos mozos: ahora son mucho más participativas y hay muchos más medios. «A brecha dixital é outra cousa que hai que ter en conta. Somos conscientes de que temos que traballar e poñernos ao día», explica. Ella también se declara encantada con la oportunidad que el convenio entre la USC y el Concello de Vilagarcía brinda a gente de toda la comarca. Porque en esta clase hay personas llegadas de la capital arousana, pero también de Vilanova, Meis, Cambados... Tres tardes a la semana se acercan al edificio de Matosinhos y lo hacen con una sonrisa en la boca. «Prefiro estar aquí, descubrindo cousas, que metido na casa vendo Netflix», comenta Fernando.

«A veces me preguntan, ¿qué titulación te dan? Ninguna, ¿pero para qué la necesito?

Según explica la página de la Universidade de Santiago de Compostela, para la obtención del título de diplomado Sénior en Cuarto Ciclo es necesario superar cinco cursos, en los que se deben completar los 60 créditos de la titulación. Cada curso habrá que superar un mínimo de cuatro materias optativas, de las consideradas materias permanentes en el plan de estudios, y también podrán cursarse hasta tres créditos mediante actividades complementarias reconocidas. Quienes completan ese itinerario obtienen un documento que, dicen quienes acuden a las clases de Matosinhos, es solo un papel: lo importante es el camino que se recorre hasta llegar a él. «A veces la xente pregunta, ¿qué titulación te van dar? Eu dígolles que ningunha. ¿Pero para que a necesito? Eu xa non vou exercer de nada, estou aquí por curiosidade e para aprender», explica Carmen.

MONICA IRAGO

Desde la Universidad de Santiago, Esther Olveira explica los requisitos que se deben cumplir para asistir a estas clases. En realidad, el alumnado solo debe tener una característica: haber cumplido los 50 años -en Vilagarcía, el grupo más amplio es el formado por personas entre los 65 y los 70 años-;. «Non se pide nivel de estudos, porque inicialmente o proxecto naceu, hai xa 25 anos, para achegar a universidade a xente que non tivera contacto con ela previamente. Pero agora hai perfiles moi variados, e o noso alumnado é heteroxéneo en canto á formación previa», señala. Y eso, dicen quienes se sientan en la clase de Matosinhos, también contribuye a enriquecer una experiencia educativa y vital en la que, además de aprender de una gran variedad de materias, se tejen amistades y redes sociales.