La crisis marisquera hinca sus dientes en A Illa: la lonja afronta un ERTE

Rosa Estévez
rosa estévez A ILLA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

El sector de a pie comprobó la mortandad de marisco incluso bajo el puente

21 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«É unha pena; está todiño morto». En el punto de control, las mariscadoras de A Illa que ayer salieron a trabajar bajo el puente formaban un grupo desolado. «Viñamos con moitas esperanzas, e topámonos con que tamén hai mortaldade aquí», comenta Inmaculada Rodríguez Rial. Ella es, desde las últimas elecciones, la portavoz del sector del marisqueo a pie en la cofradía isleña, además de la presidenta de la OPP-20. Ha tomado las riendas de ambos colectivos en un momento muy complejo. Algo le pasa al mar, explica. No es la primera que lo dice, tampoco será la última: no hay marisco, y el que hay no crece como antes.

Estas afirmaciones no son fruto de un hablar por hablar: el sector de a flote está parado tras la debacle de la campaña en los bancos de libre marisqueo. El sector de a pie también se encuentra debilitado: hay una mortandad exagerada en toda la costa de A Illa y a la lonja llegan pocos bivalvos. Y el resto de especies que se comercializan en O Xufre no dan para alimentar la maquinaria de la lonja, que ha entrado en ERTE en este mes de febrero.

Martina Miser

«Este vai ser un ano moi complicado», vaticina la nueva representante del sector de a pie. Para el conjunto de la organización y para quienes trabajan en las playas, que han visto como «dá igual a que parte da Illa vaiamos; hai mortaldade por todos os lados», aseguran. Las razones, a su juicio, son varias: el cambio climático, que haberlo haylo; a la contaminación que atosiga a la ría y que en los últimos meses ha provocado episodios sonados; el agua dulce y las riadas... En la suma de todos esos factores, dicen las mariscadoras de A Illa, se escondería la causa de la difícil situación que se está atravesando actualmente, pero que ya lleva años haciendo mella en el sector. Tanto, que en estos momentos el colectivo del marisqueo a pie cuenta con 210 integrantes. «E iso que entraron 16 persoas novas». La cifra cobra sentido cuando se compara «coas novecentas mulleres que chegamos a ser en tempos», dice la nueva representante de este sector. «Cando vimos traballar aquí, debaixo da ponte, é cando se nota máis. Antes chegábamos ata o fondo», dice haciendo un amplio gesto con la mano. «Hoxe ben o vés».

La reducción del número de mariscadoras en A Illa nace de la cruda realidad que e vive en los bancos marisqueros. «Agora aquí non gañas un salario. Isto para a xente nova non vale. Vale para xente xa dos meus anos, que onde imos ir nós? Pero alguén que está empezando non queda», recalca. Los problemas de relevo generacional de los que tanto se habla en el ámbito del mar son especialmente evidentes en la mesa en la que se realizan los controles de las capturas extraídas: aunque hay algunas mujeres jóvenes, son minoría. El perfil de la mariscadora arousana es el de las mujeres en la medianía de edad. Mujeres, en todo caso, que están decididas a seguir peleando para mantener vivo una actividad que durante muchos años ha sido sostén de muchas familias. La directiva del colectivo, explica Inmaculada, está integrada por un puñado de luchadoras cargadas de energía y de ganas de hacer cosas para reconducir el futuro del sector. «Pero para iso necesitamos axuda. E ímola reclamar», advierte Rodríguez Rial.