La condena al violador de una mujer de 92 años no será revisada

Serxio González Souto
s. gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

La petición de revisión, presentada por su abogado, acaba de ser desestimada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra.

02 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando cometió su brutal ataque en Vilagarcía de Arousa, el 26 de febrero del 2006, aún no había cumplido 32 años. Su víctima tenía 92. El individuo, que fue condenado a cuatro años de prisión por un delito de robo con violencia e intimidación y allanamiento de morada, y a otros catorce por un delito de agresión sexual, permanece en la cárcel desde entonces. Ahora, pretendía beneficiarse de una reducción de su pena, al hilo de la entrada en vigor de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, conocida popularmente como ley del solo el sí es sí y objeto de una encendida controversia por sus consecuencias colaterales. La petición de revisión, presentada por su abogado, acaba de ser desestimada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra.

En su resolución, los magistrados subrayan que, tras la reforma de que ha sido objeto el Código Penal, la pena mínima con la que se castiga el delito de agresión sexual oscila entre los siete y los quince años. Por lo tanto, la condena que se quería revisar, catorce años, «se encuentra dentro de los límites fijados por el tipo penal».

Hasta febrero del 2024

Como conclusión, el tribunal mantiene intacta la sentencia que la misma sala dictó en julio del 2007. Un fallo que mantendrá en prisión al autor de la violación hasta febrero del año que viene.

El violador se había presentado en la vivienda de su víctima el 26 de febrero del 2006, hacia las once de la mañana. Cuando la anciana atendió su llamada al timbre, la empujó a un lado y se introdujo en el domicilio para, a continuación, cerrar la puerta. El individuo la llevó a empujones hasta una habitación y la arrojó sobre la cama mientras la amenazaba con la pistola que decía guardar en un bolsillo. La mujer le entregó 1.100 euros que extrajo de una bolsa. El hombre no solo insistió en que quería más. Consiguió también desnudarla con nuevas amenazas, venciendo con violencia cualquier resistencia por su parte, y la violó en dos ocasiones, provocándole lesiones físicas y graves daños psicológicos. En el momento en el que agentes del Cuerpo Nacional de Policía lo detuvieron, cinco días más tarde, todavía tenía en su cartera 1.050 euros doblados en un solo fajo. La ropa interior que había utilizado aún mostraba manchas de sangre.