La plantilla del Arousa asume el cabreo de Luisito y hace piña

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

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Los capitanes del equipo entienden la crítica por el nivel de exigencia del de Teo. Campillo confía en poder estar en disposición de ser convocado en tres o cuatro semanas

09 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

«Es su carácter y su forma de ser. Creo que ningún jugador nos lo tomamos a mal». La frase, de Julio Rey, resume el sentir generalizado de la plantilla del Arousa representada en la voz de sus cuatro capitanes al ser preguntados ayer por las duras declaraciones que su entrenador, Luisito, dedicó a sus pupilos tras su pobre imagen en Viveiro. Una actuación saldada con una inesperada derrota por 3-1 en el campo de uno de los equipos llamados a luchar por la mera permanencia en la Tercera Federación. Comprensión con frases como «Teño que buscar solucións, porque hai futbolistas que non andan», «Perdemos por erros penosos de falta de intensidade e de concentración», o «É un Arousa que non recoñezo para nada. Non é un equipo adestrado por min» son asumidas por los futbolistas arlequinados como parte de su oficio en el vestuario de A Lomba esta temporada.

Julio Rey, Cotilla, Manu Táboas y Campillo, los cuatro capitanes del Arousa este curso, coinciden en su reacción a las palabras gruesas de Luisito, partiendo de que resulta innegable el mal partido que firmaron ante el Viveiro. A partir de ahí, señala Julio Rey, toca entender la reacción pública de su técnico: «Sabemos la intensidad que nos marca y lo intenso que es. Habla de la ambición que tiene el míster. Él es el primero que asume su parte. Todos tenemos nuestra cuota de responsabilidad, tanto para lo bueno como para lo malo. Al final el míster es una persona que va de cara, siempre nos dice las cosas a los ojos. Es nuestro entrenador y vamos a muerte con él». El mediapunta vilagarciano concluye diciendo que tan solo queda «hincar los codos y trabajar».

Tras poner por delante que el pasado domingo el día pareció torcido desde el primer minuto, con una madrugón y largo desplazamiento a un campo en pésimas condiciones, y después de señalar que durante una temporada resulta inevitable que todos los equipos tengan algún partido malo, Cotilla entiende el enfado de Luisito. Y espera que la experiencia acabe beneficiando al equipo: «Estos hostiazos de humildad tienen que servir para algo».

«Tenemos que entender que el míster se cabree, es una exigencia que tenemos que asumir», señala Manu Táboas, dicho lo cual, destaca: «Los primeros en estar jodidos somos nosotros —los jugadores—», añadiendo: «El míster y nosotros vamos a la una».

Campillo fue el único de los cuatro capitanes que no participó en la debacle de Viveiro. Inédito todavía esta temporada, el central entiende todo lo sucedido como parte del juego: «Evidentemente, non van estar contentos nin el (Luisito), nin a directiva, nin o presidente, nin nós. Ás veces as cousas non saen como se traballan. Pero é verdade que non podemos dar o nivel que demos en Viveiro. E a Luis, que é un home temperamental, dóelle máis, porque el apostou por estes xogadores».

Los refuerzos no les competen

La vehemente reacción de Luisito tras la última derrota en Liga incluyó también el adelanto de su petición al presidente para que refuerce una plantilla confeccionada por el propio técnico de Teo y que, tras ocho jornadas de Liga, considera ahora insuficiente para encarar con éxito el objetivo del ascenso. En este punto, los cuatro capitanes coinciden en señalar que el de los refuerzos es un capítulo que se escapa a sus atribuciones en el equipo, para acto seguido hacer hincapié en la unidad y la excelente sintonía entre todos los integrantes del vestuario de A Lomba: «Todos los que estamos en la plantilla estamos a una» (Julio Rey). «Somos el mismo equipo que hace tres y cuatro jornadas les ganamos 0-3 y 3-0 al Arzúa y Estradense (Cotilla). «El vestuario está muy unido, jugadores y entrenador» (Manu Táboas).

Campillo confía en poder estar en disposición de ser convocado en tres o cuatro semanas

«Evidentemente el ten que ver polo seu e polo grupo, e é lóxico que queira ter o mellor equipo posible para conseguir o obxectivo». Con estas palabras respondía Campillo a la pregunta sobre qué opina respecto a las declaraciones de su entrenador, Luisito, anunciando que iba a pedirle al presidente del Arousa varios refuerzos, al tiempo que apuntaba la delantera y el puesto de central como grandes huecos a taponar. Peticiones que apuntan directamente al propio Campillo, uno de los tres zagueros en la plantilla del Arousa especializados en cubrir la parte frontal de los dominios de la portería arlequinada.

El vigués es consciente de que el Arousa ha tenido que cubrir los dos primeros meses de Liga con tan solo dos centrales, Pacheco y Martín Sánchez. Campillo no ha disputado ni un solo minuto con la camiseta vilagarciana desde la vuelta al trabajo tras las vacaciones de verano. A una semana del arranque de la pretemporada sufrió una rotura entre el gemelo y el sóleo de su pierna derecha. Tres semanas después intentó empezar, pero sufrió otro latigazo. Y hace cuatro semanas, a punto ya de poder entrar en su primera convocatoria de la temporada, recayó, con una rotura muscular de 2 centímetros.

El futbolista, que nos atiende mientras trabaja en su recuperación en una clínica en la que refuerza su rehabilitación con el equipo, confía en poder empezar esta semana a trotar en el campo y estar en disposición de poder entrar en convocatoria en tres o cuatro semanas. Lo hace cruzando los dedos: «Para a cabeza dun xogador é moi complicado recaer tres veces da mesma lesión».