Llaman a huelga a las trabajadoras de ayuda en el hogar

La Voz VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

SANDRA ALONSO

La CIG considera «unha aberración e unha barbaridade» el preacuerdo alcanzado

01 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras un largo bloqueo, los sindicatos y la patronal retomaron hace un tiempo la negociación para renovar el convenio colectivo del sector del servicio de ayuda en el hogar. Esa negociación parece haber cuajado en un preacuerdo que los sindicatos Comisiones Obreras y UGT trasladarán a sus bases, pero al que la CIG ha anunciado ya una oposición activa. La razón, explicaba ayer en una rueda de prensa Xan Bouzas, Tupi, es que dicho preacuerdo agudiza y cronifica la precariedad de las personas —en una apabullante mayoría mujeres— que prestan este importantísimo servicio. La confederación sindical ha convocado ya a las trabajadoras a una huelga indefinida, que arrancará el próximo miércoles y que se encuentra con un obstáculo importante: los servicios mínimos establecidos por los ayuntamientos, que en muchos casos, dice el sindicato convocante, son excesivos.

La CIG considera que las administraciones públicas están actuando como «cómplices» de las empresas del sector, promoviendo una precarización «terrible» y evitando «que se dignifique tanto a situación das traballadoras como a das persoas usuarias», señala Tupi. Y es que, según recalca, el nuevo convenio es una concatenación de agravios para las trabajadoras que hasta ahora veían como su salario se actualizaba con el IPC del año anterior, y que ahora se quedarán con un 6,5 por el año pasado, pero solo a partir de noviembre, y una subida de un 1% los ejercicios posteriores. En aquellas licitaciones del servicio que estén ahora en proceso, la subida será de 3,15 %, según explica la CIG. A las primeras trabajadoras, las del 1 %, se les compensaría esa diferencia, pero esa cantidad no se consolidaría en su nómina.

Para la CIG este preacuerdo es una «aberración e unha barbaridade». Por eso han convocado la huelga y por eso piden a las delegadas de los otros sindicatos que trasladen su oposición al mismo a los responsables «para que non asinen». De momento, se ha convocado para el miércoles, a las 15.30, una concentración en Ribadumia, aunque desde la CIG saben que no será sencillo que la gente acuda: es un servicio disperso, muy complejo, y sujeto a unos «servizos mínimos abusivos».

En el caso de Vilagarcía, el Concello informó de que se garantizará la prestación de «asistencia para levantarse ou deitarse, a hixiene persoal ou o control do réxime alimentario ou de medicamentos». En todo caso, y dado que en la gestión de ese servicio están implicadas todas las administraciones —ayuntamientos, pero también Xunta y Estado—, el alcalde Alberto Varela las insta «a abordar dun xeito rigoroso o futuro dos SAF, porque é evidente que necesariamente van ir a máis polo envellecemento da poboación, pero non menos que na actual situación é moi difícil garantir a súa continuidade cos criterios de calidade que as persoas con dependencia, normalmente bastante maiores, se merecen».