El Mariscos Antón Cortegada vuelve a la carga sin miedo ni complejos

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Las de Javi Nogueira arrancan la Liga con doble jornada ante Maristas y Almería

01 oct 2022 . Actualizado a las 16:58 h.

La Liga Femenina 2 vuelve a echar a rodar y, con ella, el nuevo proyecto del Mariscos Antón Cortegada. Un equipo profundamente renovado, con media plantilla estrenando la camiseta vilagarciana. Pero al mismo tiempo, un mecano que no hace más que continuar el proceso de construcción del edificio que Javi Nogueira empezó a armar hace temporada y media, y que este fin de semana encuentra en el Maristas Coruña (hoy, 19.30 horas) y el Ingenia Solar Energy Costa de Almería (mañana, 12.30) sus dos primeras piedras de toque sobre el parqué del pabellón municipal de Fontecarmoa 1.

Cuando le tocó diseñar su segundo proyecto propio al frente del Cortegada, Javi Nogueira tenía bien claro lo que quería: una plantilla con piezas más versátiles y piernas más rápidas, con la que elevar el nivel defensivo del equipo. Y así fue como las María Centeno o Tereza Sedlakova dejaron hueco en el plan renove ideado por el técnico vilagarciano a jóvenes talentos del baloncesto gallego —ninguna de las cinco incorporaciones supera los 25 años—.

El descenso del Rosalía dio pie a pescar en el mismo caladero a cuatro de los cinco refuerzos llegados este verano al vestuario de Fontecarmoa. Las bases-escoltas Sara Corredoira y Blanca Manivesa, la alero Ángela González y la ala-pívot Carla García. Otra cuatro, Ángela Coello, procedente del Celta, completa la nómina de nuevas compañeras de las renovadas Sara Gómez, Nuria Chorén, Lorena Castro, Andrea Ríos y una Mercy Wanyama de la que se vuelve a esperar otro pequeño gran salto de nivel como el que la hizo brillar la pasada campaña.

«Estoy convencido de que vamos a competir todos los partidos. Nos falta aún acoplamiento, pero este equipo es muy peleón», declaraba ayer Nogueira en la víspera del debut ante el Maristas.

El técnico recuerda que lo único que les ha pedido la directiva este curso es «no sufrir». Con un listón de este nivel, el potencial del talento reunido y las ganas de comerse el mundo de ese divino tesoro que es la juventud, probablemente nos encontremos ante la, de partida, versión del Cortegada con menos temores y complejos desde la caída de la Liga Femenina a la LF2 hace ya casi tres lustros. Un punto de partida dibujado en parte por las incorporaciones de Blanca Manivesa y Sara Corredoira, de modo que, subraya Nogueira: «Este año no nos preocupa tanto Sara, porque ya no hay la necesidad de que sea ella siempre la que suba el balón y lo concentre. Sara va a seguir siendo una jugadora muy importante, pero Blanca y Corredoira también pueden subir el balón, jugar dos juntas, o incluso las tres».

Y así, con «más piernas y más ritmo», en palabras de su entrenador, el Cortegada encara una temporada con pinta de parecerse más a la anterior, en la que finalizó sexto y en línea ascendente, que a la 2020/21, en la que tocó sudar la permanencia en la categoría de bronce del baloncesto español.