Los visitantes que llegan a Vilagarcía subrayan la subida de precios en la hostelería

Sandra Rey / ailén Rial / a.g. VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

SANDRA REY

El puente de Santiago ha provocado un incremento en la llegada de turistas a los concellos de la comarca de O Salnés

26 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El día del Apóstol siempre ha sido una fecha clave para el tránsito turístico, sobre todo el de proximidad, y teniendo en cuenta la vuelta a la normalidad, este año no iba a ser menos. Pese a la subida de los precios, muchas personas aprovecharon el pasado fin de semana para desplazarse y disfrutar de la costa gallega, del buen tiempo y también de la visita a la familia, como ha sido el caso de Daniela Cortés y Esteban Reika, una joven pareja de Ourense que se ha acercado hasta Vilagarcía para escapar de las altas temperaturas: «Es totalmente diferente. Ourense ahora en verano se muere, hace mucho calor. Cuando vosotros estabais a treinta grados, nosotros pasábamos de los cuarenta», cuentan.

Muchos que han venido a visitar a la familia han tenido la ventaja de poder librarse de los altos precios de las estancias, quedándose en los domicilios de sus allegados, como ha sido el caso de la pareja ourensana, pero lo que no han podido esquivar son los costes de desplazarse en coche. Esto también ha afectado a Francisco Tosar y Sabela Abalo, una pareja de A Coruña que decidió aprovechar el puente para visitar a la familia de ella. Al igual que Daniela y Esteban, han conseguido esquivar los precios de los alojamientos, pero se han visto afectados por el coste de la gasolina y de los peajes. Pese a ello, al igual que otros años, planean volver a la zona dentro de poco: «Pronto volveremos e iremos al Albariño», dice Francisco.

Alexandra Pérez y Anton Kalen, un joven matrimonio que actualmente vive en Suecia, país natal de este, cuenta con un piso propio en Vilagarcía, de donde es ella. La pareja está en el municipio desde hace dos semanas y planea quedarse hasta septiembre, y en lo que lleva de estancia, sí que ha notado la subida de los precios: «La compra es más cara, por no hablar ya de la gasolina. El precio sí que nos ha afectado a la hora de ir a visitar sitios». También, el matrimonio conformado por Francisco Palén, de 72 años y vilagarciano, y Flora Elías, de 65 y chilena, cuenta con un piso enfrente de la playa de A Concha. Ambos viven en Estados Unidos, pero vienen a Arousa a disfrutar de sus vacaciones. Llevan ya dos semanas y planean quedarse hasta el 14 de septiembre. Están aprovechando el tiempo para ir a diferentes lugares, como Portosín, que, subrayan, «tiene unas vistas fantásticas». Admiten que notan la subida en la hostelería: «Fuimos a un restaurante a Catoira y mi esposo se acordó de que el año pasado el plato del día salía como a doce euros, y ahora ya está a quince», decía Flora.

También los más jóvenes notan el encarecimiento de los servicios. Lucía Ferro (18 años), Isabel Terradillos (17) y Cecilia Vizoso (17) son tres chicas de A Coruña que han decidido pasar el puente, y algunos días más, en la zona. Se están hospedando en un cámping de O Terrón, en Vilanova, pero con intención de visitar toda la comarca. Ellas también han percibido un alza en los precios, pero reconocen que ya contaban con ello.

Llegados desde León

Los turistas de otras comunidades tampoco faltan este verano en O Salnés. Raúl Perena, Dionisia Vega y Ana María Vega llegaron ayer desde León para pasar una semana con la familia en las Rías Baixas. No es la primera vez que vienen a la comarca de O Salnés, pero sí a Vilagarcía: «Estuve hace cuatro años en O Grove. Todavía no he ido por allí, pero bueno, por lo que he visto aquí, han subido algo los precios, sobre todo la hostelería», admite Perena. La familia ha optado por hospedarse en una casa en vez de en un hotel, y su intención esta semana es visitar también O Grove, A Toxa, Combarro, y otros lugares próximos a la localidad vilagarciana.

En definitiva, una de las quejas más generalizadas por parte de los turistas que están llegando a O Salnés es la subida de precios en comparación a otros años. Ya no solo en lo que respecta al transporte y la gasolina, sino también en actividades diarias como ir a la compra, o comer o cenar en algún local de hostelería. En cuanto a la situación sanitaria por el covid-19, los visitantes están agradecidos con la vuelta a la normalidad.