Un hombre fuera de sí destroza la admisión de Urgencias del Hospital do Salnés

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

CEDIDA

El individuo arremetió contra todo mientras blandía un soporte de suero y una navaja

23 jul 2022 . Actualizado a las 20:45 h.

Ni el legado de distorsión de la pandemia ni los serios problemas que están atravesando los puntos de atención continuada de los centros de salud en la comarca contribuyen a tranquilizar los ánimos en el servicio de Urgencias del Hospital do Salnés. La sobrecarga de trabajo es la nota dominante, la paciencia se agota, los nervios afloran y las palabras, en muchas ocasiones, van demasiado lejos. Pero lo que durante la noche de ayer sucedió en las instalaciones de Ande supera cualquier incidente anterior del que haya noticia. Un individuo, habitante del poblado de Cornazo, provocó una desmesurada nómina de daños materiales en el área de admisión, que quedó prácticamente destrozada. Y si no hubo que lamentar heridas y quién sabe si algo bastante más grave fue porque el personal que en ese momento, hacia las cuatro de la mañana, atendía Urgencias pudo refugiarse hasta que dos patrullas del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local de Vilagarcía de Arousa alcanzaron el hospital y redujeron al sujeto.

El hombre, de unos cuarenta años, es de sobra conocido en el complejo médico comarcal. La semana pasada había acudido ya a Urgencias acompañado por su madre, y ayer volvió a hacerlo. El personal sanitario lo atendió y le dio el alta. Pero, por alguna razón, el individuo exigió que lo volviesen a examinar. Su ira se fue desatando hasta que aferró un soporte de suero, que empleó como arma para golpear repetidamente todo cuanto tenía a su alcance. El único guardia de seguridad y el administrativo que cubrían el turno pudieron refugiarse tras las mamparas de la ventanilla de admisión. Sin embargo, el agresor arremetió contra una de las piezas hasta conseguir destrozarla e introducirse por ella. Tampoco dudó en blandir una navaja con la que llegó a amenazar de muerte a quien se interpusiese en su camino.

Finalmente, los cuatro agentes que se desplazaron al hospital lograron echarlo al suelo e inmovilizarlo. Costó lo suyo, porque el tipo estaba completamente fuera de sí. De ahí la idea de que pudiese haber mezclado alcohol con algún tipo de tratamiento. Después de ser sedado, pasó la noche en Urgencias para ser trasladado en la ambulancia medicalizada del 061 al Complejo Hospitalario de Pontevedra.

 Los representantes de la plantilla y la gerencia se reúnen para analizar la encrucijada sanitaria

Aunque el encuentro no se convocó por este motivo, sino a fin de abordar la difícil situación sanitaria que atraviesa la comarca, será difícil que lo ocurrido en el hospital no salga a colación en la reunión que los responsables del área sanitaria y la junta de personal de O Salnés prevén celebrar hoy. Los representantes de la plantilla consideran que, más allá de las dificultades para encontrar médicos, existen muchos otros puestos que el Servizo Galego de Saúde (Sergas) podría reforzar para mejorar la atención sanitaria en lo que, al fin y al cabo, es un mecanismo compuesto por muchas piezas, no únicamente facultativos.

«Non mai médicos, pero que sucede co resto do persoal? Enfermeiras, persoal de administración ou mesmo gardas de seguridade. E que tampouco hai xente que se poida contratar?», se pregunta uno de los miembros de la junta, quien pone un ejemplo de la falta de coordinación que denuncia en la organización de los diferentes servicios: «O venres, o día no que pecharon os PAC de Vilagarcía e Cambados pola falta de médicos que os fixesen funcionar, non se deu aviso desta situación ao persoal de Urxencias do hospital, cando, obviamente, ese peche ía repercutir enormemente no seu traballo».

Las organizaciones sindicales reclaman que sean dos los guardias de seguridad que presten sus servicios por la noche en el Hospital do Salnés, uno de ellos asignado en exclusiva a Urgencias. Y no únicamente para afrontar con unas mínimas garantías episodios como la agresión de ayer, sino ante la necesidad de regular el aparcamiento en su zona exterior, que llega a dificultar el movimiento de las ambulancias.