Los trabajos se inscriben en el convenio de colaboración suscrito por Parquistas de Carril y Cobre San Rafael
15 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El convenio de colaboración suscrito por Parquistas de Carril y Cobre San Rafael para el control de la calidad de las aguas del Ulla y su estuario ya se ha puesto en marcha. El estudio, que se va a realizar en parte en la estación del Encoro do Con, tiene como objetivo «evaluar la cantidad y calidad de los organismos vivos que habitan en el Ulla, un indicativo clave del buen estado de sus aguas». Este trabajo, explican desde Cobre San Rafael, «viene a sumarse a los ya realizados, y es de gran relevancia para la ría de Arousa, que recibe las aguas del Ulla y es un recurso pesquero y ambiental de primer orden para Galicia».
Según los promotores de la reapertura de la mina de Touro, un proyecto que cuenta con el frontal rechazo de casi todo el sector pesquero, marisquero y mejillonero de la ría, esta es una «iniciativa de responsabilidad», que permitirá «establecer un sistema de control medioambiental para profundizar en el conocimiento del estado del río Ulla y su estuario, creando una red de seguimiento con la participación de expertos e investigadores de reconocido prestigio». En ese sentido, destacan que «Cobre San Rafael promueve el proyecto como parte del plan de sostenibilidad de la compañía, denominado Terras, que impulsa acciones que provoquen un impacto positivo en su entorno».
Durante este mes de julio, personal de la Estación de O Con realizará muestreos en cinco puntos del curso fluvial. Cuentan con la autorización previa de la Administración, y tienen como referencia las exigencias de la Directiva Marco Europea del Agua. De lo que se trata, básicamente, es de determinar el índice multimétrico específico del tipo de invertebrados bentónicos en ríos, y el inventario de la población piscícola mediante pesca eléctrica sin muerte.
El objetivo de este convenio es «garantizar la calidad de las aguas y la no afectación al río Ulla». Desde la empresa Cobre San Rafael afirma que «se trata de un ejercicio de transparencia empresarial, que va a aportar datos contrastados sobre cualquier afección que pudiera detectarse sobre las aguas del Ulla, por parte de cualquiera de las actividades económicas o residenciales que se desarrollan en el entorno de
su cauce». Esta acción, recalcan, forma parte de un plan «más ambicioso e integral», que incluye «el amplio estudio» realizado por científicos vinculados al CSIC.