La noche más corta, la noche más larga

r. estévez / l. castro VILAGARCÍA, O GROVE / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

El fuego venció a la lluvia durante las celebraciones del San Xoán en la comarca de O Salnés

25 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El tiempo no jugó limpio. Durante todo el viernes, el cielo estuvo encapotado y amenazando con una lluvia pertinaz que no dejaría prender el fuego de San Xoán en las más de mil cacharelas autorizadas en la comarca. No contaban allá arriba con las ganas de fiesta acumuladas por quienes, aquí abajo, llevamos dos años de restricciones y limitaciones. Fueron esas ganas las que hicieron que a última hora comenzase a salir madera de todos los rincones para alimentar las hogueras. «A xente tíñaa reservada para sacala no último momento que non se mollase», explican en Emerxencias de O Grove. Al final, la lluvia se contuvo hasta bien pasada la hora del fuego. Y las numerosas celebraciones previstas en la comarca pudieron seguir el guion previsto.

En todas las localidades hay un lugar en el que la celebración del San Xoán tiene más fama que el resto. En Vilagarcía, el barrio de As Pistas ostenta ese título. Y el jueves por la noche quedó bien claro el porqué. Una comisión de fiestas alentada por varios locales de hostelería y vecinos forofos de la fiesta había organizado, tras dos años de parón, una celebración que batió todas las previsiones. A las nueve de la noche, el barrio rebosaba vida: los aparcamientos disuasorios estaban llenos hasta los topes y en las calles el ir y venir de gente era constante. En la explanada en la que se había instalado una carpa y en la que estaba todo preparado para la hoguera, se asaron sardinas (más de 500 kilos) y churrasco (más de 400): todo ello había volado mucho antes de las once y media de la noche.

La verbena, amenizada por New York, la Disketoca y varios dj, fue todo un éxito: a las cuatro y media de la madrugada había una marea de gente dentro y fuera de la carpa —a pesar de que a esa hora cayó un buen chaparrón— y aunque a las cinco y media se apagaron las luces, «a las seis seguía habiendo gente por todos lados».

MONICA IRAGO

Los organizadores de tamaña fiesta pudieron percibir, sin ningún género de dudas, que «la gente tiene muchas ganas de salir a divertirse». «Entre las facturas de la luz, el precio del combustible, los políticos... La gente está cansada de todo eso y necesita disfrutar», explican los integrantes de la comisión de fiestas. Y en O Piñeiriño tuvieron, el jueves por la noche, una gran ocasión para hacerlo. Una oportunidad que se repitió ayer, ya que el programa reservaba para el viernes una sesión con La Duendeneta y Pablo Balseiro. La fiesta de tarde, con hinchables y juegos para niños, tuvo que cancelarse por cosa de la lluvia. Esta fue la única victoria del agua sobre el fuego registrada en la comarca de O Salnés.