Comprar, restaurar y alquilar: así crece en Arousa una red de casas AgroChic

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

Monica Novas y Juan Lusquiños gestionan varios alojamientos turísticos

25 jun 2022 . Actualizado a las 22:49 h.

Son pequeñas pero salerosas. Tienen ese punto exacto de tradición y diseño. Ese sabor de casa de toda la vida y de espacio de recreo estival. Son, en fin, las viviendas de la red AgroChic Houses que Monica Novas y Juan Lusquiños han comenzado a tejer por todo el territorio de Arousa y O Salnés, a imagen y semejanza de ese laboratorio de ideas que es Made in Fofán, su primer proyecto turístico. Tras varios años explorando nuevas fórmulas de alojamiento —incluida la mítica habitación en el interior de una botella de albariño—, la pareja ha decidido dar otra vuelta de tuerca a su actividad. Y lo han hecho a lo grande, aunque sin perder de vista el suelo.

Todo comenzó al encontrar en Armenteira una vivienda que estaba en el mercado a un buen precio y que, además, no necesitaba de grandes obras. La pareja la adquirió. Hicieron los arreglos que la casa exigía y la decoraron con una buena dosis de buen gusto: iba a ser un encantador alojamiento turístico en un encantador enclave, situado al pie de la Variante Espiritual, a un tiro de piedra del monasterio, aun paso de la Ruta da Pedra e da Auga.

«Esa casa la compramos unos meses antes de que comenzase lo del covid-19», recuerda Mónica Novas. «¿Fue arriesgado? Sí. Pero bueno, hay que arriesgar», dice esta incansable pareja de emprendedores. Aquella primera casa ya ha sido vendida. Y es que el objetivo final de Novas y Lusquiños es reformar y vender inmuebles que, de otra forma, probablemente siguiesen deteriorándose a la espera de encontrar un comprador capaz de ver sus potencialidades. «Nosotros nos encargamos un poco de eso, de hacer que se vea todo el partido que se les puede sacar», explica Novas. Ella se encarga de los trabajos de decoración y diseño. A Juan le toca supervisar las obras y encargarse de gestionar todos los arreglos que necesitan las casas. En general, explican, son puestas a punto que «no requieren grandes inversiones». De lo contrario, «sería inviable para nosotros».

Tras aquella primera casa de Armenteira, encontraron otra en Covas de Lobos, en Cambados. Y otra más en Vilanova. Y en Vilaxoán, donde estos días han dado los últimos retoques a una coqueta vivienda. A la espera de compradores, estos inmuebles están prácticamente llenas para esta temporada de verano. «En el campo del alojamiento turístico en Arousa hay muchos pisos disponibles, pero no hay demasiadas casas completas de estos tamaños». Y más, con el plus de ser viviendas tradicionales y restauradas. «Tenemos clientes de todo tipo, aunque sobre todo son gente de fuera. Tanto familias como grupos de amigos», explica Mónica Novas.

Ese público aprecia el tipo de producto que AgroChic-Houses pone a su alcance en Arousa. Porque puede que las casas sean tradicionales, pero no les falta ninguno de los servicios que los huéspedes esperan en pleno siglo XXI. Desde la consabida WiFi, un asistente digital y un sistema de checking no presencial que permite a los visitantes llegar a cualquier hora para tomar posesión del que, durante una temporada, va a ser su hogar. «Este tipo de servicios para nosotros también es muy interesante, porque nos permite no tener que estar pendientes de la llegada de los inquilinos, ni tener que estar haciendo desplazamientos por toda la comarca», explican estos particulares anfitriones.

El negocio marcha bien, explican sus promotores. Así que no descartan extender su iniciativa más allá de los límites de Arousa y O Salnés. Poner una pica en las tierras del entorno de Santiago de Compostela es uno de los retos que se ha marcado una pareja que ha hecho del emprendimiento una forma de vida.