Los hosteleros de Vilagarcía ven en la unión con los comerciantes mucho más sentido que en proseguir en solitario
08 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Las cosas ya eran complicadas entonces; llevaban siéndolo un tiempo, en realidad. Sin embargo, es probable que el momento que marcó el punto de no retorno se produjese en julio del 2021, cuando una protesta convocada por los hosteleros de la comarca ante el ahogo de la pandemia desembocó, cuando nadie lo esperaba, en un áspero desfile plagado de reproches sobre la capital arousana. Aquello llevó a Ríchar Santamaría, que presidía la Asociación de Hostaleiros e Iniciativas Turísticas de Vilagarcía (Ahituvi) a tirar la toalla y dejar el cargo. Le sucedió en él Félix Acuña, que acabó anunciando también su marcha unos meses después, en febrero de este año. Acuña continúa siendo el portavoz del colectivo, a la espera de que su junta directiva encuentre una solución de futuro. Y esa fórmula para el porvenir podría residir en la integración de Ahituvi en Zona Aberta, la asociación que aglutina al pequeño comercio de la ciudad.
Por lo pronto, esta es la idea que emana de la reunión que el equipo directivo de los hosteleros vilagarcianos mantuvo el lunes. «Creemos que la mejor manera de abordar el futuro es una unión, una fusión, una integración, la fórmula tendríamos que definirla, que nos diese mayor fuerza y mejores recursos», argumenta Félix Acuña. Su intención es mantener en breve una reunión con la presidenta de Zona Aberta, Rocío Louzán, para tantear el parecer de los comerciantes y, de ser su respuesta afirmativa, poner en marcha el proceso.
«Antes de consultar a Zona Aberta no tendría sentido hablar de cómo se llevaría a cabo, si a través de una vicepresidencia para la hostelería, una sección de hostelería dentro de la asociación, una absorción o una forma distinta. Sencillamente, porque podrían decirnos que no», razona el presidente de Ahituvi, quien considera imprescindible, en un momento tan complejo como este, establecer sinergias con el resto de sectores que alimentan la economía local.
La idea no es nueva
Acuña recuerda que una posibilidad semejante estuvo sobre la mesa hace años. Concretamente, la de dotar de una sección de hostelería a Zona Aberta a partir de la estructura de la asociación de hosteleros. Un paso que finalmente fue descartado. Suceda lo que suceda, él permanecerá por el momento al frente del colectivo, que, con fusión o sin ella, tiene por delante toda una serie de retos que sacar adelante. La ofensiva acerca de los horarios de cierre y los límites de sonido en la que se ha embarcado el Concello es una de ellas. Pero también la mejora de una ordenanza de terrazas que Ahituvi considera necesario retocar.
Veinte años después de su fundación, la asociación reúne a una treintena de hosteleros y se encuentra en una verdadera encrucijada. Difícilmente saldrá con la misma estructura con la que se adentró en ella. Proseguir en solitario ya no parece una opción.
Una reunión con el Concello para hablar de los precintos
La intención de Ahutivi es gestionar una entrevista con el gobierno local de la ciudad. En su agenda, los tres precintos que el Concello ha aplicado a tres pubs por motivos de incumplimiento de horarios y límites de ruido. Al menos en el caso del Dolce Vita, la asociación de hosteleros lo considera una medida desproporcionada. Por la información de la que dispone su junta directiva, el gerente del establecimiento no tuvo notificación de lo que iba a suceder hasta el mismo día en el que la Policía Local se personó en él con la orden de cierre.
La organización cuyo futuro se debate estos días nació hace veinte años, en el 2002, en la órbita de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA). Su primer presidente fue Luis Tapias, gerente en aquel momento del Parador de Cambados. Un año después tomó el relevo Luis Bóveda, el director del cámping de Bamio. Entonces, su denominación era Asociación de Iniciativas Turísticas. Poco a poco, en colaboración con el Concello de Vilagarcía, el colectivo fue definiendo un calendario de actividades que contribuyese a potenciar el atractivo de la capital arousana, tanto para el visitante como para los propios vecinos de la ciudad.
Aquel objetivo cristalizó en el siguiente escalón de su trayectoria. Tras un breve lapso en el que Félix Acuña accedió a su presidencia por primera vez, fue Roberto Gerpe quien asumió las riendas de la asociación en el 2008. Gerpe firmó el mandato más prolongado que ha conocido la entidad, refundada ya como Ahituvi, con el importante matiz de la hostelería incorporado. Cuando dejó el cargo, en el 2015, habían transcurrido siete años y una colección de iniciativas que, a su manera, marcaron un ciclo entero en la vida colectiva de la ciudad: la Feira das Tapas, en el parque Miguel Hernández, Destapa Vilagarcía, en los propios establecimientos, y sobre todo Ás 9 na praia, el chill out de A Concha, la única de todas ellas que ha llegado hasta hoy. Ríchar Santamaría recogió el testigo en el 2016, después de que Sito Dieste dirigiese el colectivo cerca de un año. Félix Acuña, desde agosto del 2021, es su sexto presidente.
