Alfonso Rueda «colle forzas» en Arousa para lanzar la nueva etapa del PP gallego

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

Los retos inmediatos: las municipales e «ir a pola quinta maioría absoluta»

04 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Bajo la verde cúpula que forman los árboles del jardín de O Castriño, en Vilagarcía, el ajetreo era intenso ayer a las dos de la tarde. Decenas de personas se habían sentado en círculos concéntricos, haciendo que sus miradas convergiesen en el punto en el que, pasada la una y media de la tarde, había comenzado el acto convocado por el PP para que el futuro presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, presentase sus credenciales. Alcaldes, concejales, políticos y empresarios, acudieron a un evento pensado para demostrar el músculo de ese número 2 que da el salto a la presidencia de la Xunta tras la marcha de Núñez Feijoo, «un presidente insubstituíble, ao que ninguén quería substituír», en palabras de su heredero. Pero no ha quedado otro remedio: Feijoo se ha puesto en marcha, rumbo a Madrid. «Asume un gran esforzo, unha gran tarefa. Que menos que o resto nos movamos canda el», señaló Alfonso Rueda, un hombre al que Cores Tourís, que actuó como maestro de ceremonias, definió como un trabajador infatigable.

Compareció Alfonso Rueda en O Salnés con rostro relajado, voz entusiasmada y la libertad discursiva que da jugar en casa. Al menos, así asegura sentirse en Arousa el futuro presidente de la Xunta. «Estoume movendo por toda Galicia, como corresponde a este momento. Pero hoxe vin coller forzas á casa. Porque eu, aquí, estou na casa». A su alrededor, aplaudiendo sus palabras, un gran puñado de militantes a los que pidió que sigan trabajando. «Aínda que recibimos o mellor legado, pódese mellorar. E iso é o que espera, precisamente, Alberto Núñez Feijoo de nós». Por eso, Alfonso Rueda promete dar un «novo estilo» a la nueva etapa que se abre en la Xunta de Galicia y en el PPdeG.

El hasta ahora vicepresidente de la Xunta asegura estar preparado para lo que está por venir. Y contar, además, con la seguridad que aporta no ser más que la cabeza de un enorme pelotón, que trabajará mucho y bien para cumplir los objetivos. «A dúas semanas de coller o testemuño» que le entrega Núñez Feijoo, reconoce su sustituto que se abre una etapa dura en la que a su partido le tocará afrontar dos retos: el primero, las elecciones municipales del próximo año. «E se nos vai ben aí, que nos vai ir ben, prepararnos para a quinta maioría absoluta. Iso é o que imos conseguir», dijo mostrando los dedos de la mano y arrancando los aplausos de los asistentes al acto. Todas esas personas, dijo Rueda, eran la demostración de que el PP está haciéndolo bien. De que, pese a toda la división vaticinada, «estamos dando un exemplo de unidade». Y ese es un valor que los populares defenderán con uñas y dientes porque, dicen, es fundamental para lograr la estabilidad, que es el segundo eje del proyecto de Alfonso Rueda.

Este tuvo en Vilagarcía palabras de recuerdo para su padre, quien hace años le había recomendado que no se metiese en los líos de la política: demasiado desgaste, demasiado trabajo. «Niso non lle fixen caso», dijo Alfonso Rueda, que no dejó pasar la ocasión de reprochar al Bloque que «sempre vaia ser o partido do non» y al PSOE su indefinición perpetua. Luego, tras prometer seriedad, estabilidad y todo el trabajo que sea necesario, Rueda se dio un baño de abrazos y apretones de manos. De fondo, sonaba The Cure.