El laberinto de los trabajadores del ISM de Bamio, sin salida tras cinco meses

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

Mersant no envió la documentación y no han podido cobrar aún el paro

26 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Que lo de divide y vencerás tiene sentido comienza a verse en el conflicto que desde hace cinco meses sufren los trabajadores del servicio de vigilancia del ISM de Bamio. Ahora mismo, lo único cierto es que varios de los trabajadores están en un laberinto sin salida desde hace cinco meses. Más allá del retraso en las nóminas, que sigue sin resolverse, el problema se ha incrementado cuando parecía que más cerca estaba de solucionarse.

El ministerio comunicó a finales del mes de marzo que el contrato con Mersant Vigilancia quedaba resuelto «por incumplimiento del contratista al no atender a las prestaciones del mismo, a pesar de habérsele requerido», según explicaban fuentes ministeriales. Es decir, a partir de este mes de abril ya podrían anotarse en el servicio estatal de empleo (SEPE) para, por lo menos, comenzar a cobrar el paro. Pero no ha sido así. Le empresa no ha mandado al SEPE la documentación necesaria, todavía tiene de plazo hasta el día 3 de mayo para hacerlo aunque los trabajadores no son muy optimistas al respecto, con lo que el organismo no puede tramitar sus prestaciones. Eso sí, una pequeña ventana se abrió ayer con una llamada desde el organismo. Han dicho a los trabajadores que les entreguen las nóminas para poder acelerar un proceso que, de otra forma, les llevaría todavía un par de meses más al no entregar la empresa la documentación. De hecho, esta última faena de Mersant Vigilancia todavía podría tener un capítulo más para llenar la mochila de agravios de los trabajadores: podría surgir un problema con sus cartillas profesionales, lo que complicaría todavía más su situación.

La amenaza del nuevo contrato

Por lo demás, hace ya tiempo que en la plantilla de los vigilantes del ISM de Bamio tienen claro que si algo puede salir mal, saldrá mal y de ahí que estén con la mosca detrás de la oreja ante lo que pueda pasar con el nuevo contrato de servicios de vigilancia y seguridad. En el ministerio apuntaban hace un mes lo siguiente: «Una vez que se adjudique el nuevo contrato, que se empezara a licitar en los próximos días, cesaría el servicio de conserjería para empezar a funcionar el de vigilancia, seguridad y conserjería, con unas prestaciones análogas, aunque no necesariamente iguales al que se venía ejecutando con anterioridad». El asunto es que, según afirman los trabajadores, desde la dirección del centro se les aseguró que ese nuevo contrato saldría a licitación desde la dirección provincial del ISM y no desde la nacional, con lo que la cuantía del mismo no podría alcanzar la cantidad del que estuvo en vigor hasta finales del mes de marzo. Es decir, parece complicado que se mantengan los puestos de trabajo que había hasta entonces. «Es cierto que ellos son el cliente y que pueden sacar a licitación el concurso en las condiciones que quieran, pero parece increíble que sea la propia Seguridad Social la que ponga en la calle a trabajadores que llevan treinta años trabajando con ellos», dicen.