La llegada de monitores, la recuperación de jugadores de Vilagarcía de Arousa que estaban en otros clubes y que pasaron a militar en el Fontecarmoa y la incorporación de Julio Torrado como director deportivo son, en opinión de Ángel, las tres patas que sustentan a una entidad que el pasado sábado se erigió como el segundo mejor club de Galicia, al perder contra el Xadrez Ourense en la final de la División de Honor autonómica por el desempate, y que la próxima temporada competirá en la Primera División Nacional. Es decir, es uno de los 16 mejores equipos de España. Pero no hubo prisas para llegar ahí. «Temos descartado fichaxes porque podían entorpercer o crecemento dos rapaces», apunta Vilas. Hasta contar ahora con nada menos que con quince equipos, uno de ellos a las puertas de la élite estatal. Pero esto no cambiará la filosofía del club. «Non somos partidarios de fichar a un Gran Maestro para que xogue con nós unhas partidas o ano. Si quere participar con nos, para ensinarnos dando clase, iso pagámolo, pero so por xogar non. Xa faremos nós os Gran Maestros», sostiene Vilas.
El salto a la federación, dice Ángel, fue rápido. Él quería estar para poder seguir trabajando par que el club mejorara, y los responsables en aquel momento del organismo federativo enseguida vieron que ahí había predisposición y ganas. A los cuatro años de entrar en el Fontecarmoa ya pasó encargarse del trabajo con la base en la federación. Doce años lleva como vicepresidente. Suficiente tiempo para hacer un diagnóstico sobre la salud del ajedrez gallego: «Está moi ben. Fomos campións de España e hai dous equipos en Primeira División, algo que nunca pasou».