Seis días para reunir 24 toneladas de ayuda humanitaria que colocar en Ucrania

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

cedida

El colectivo Galucrania quiere aprovechar el regreso de un camión que viaja hacia Arousa

21 abr 2022 . Actualizado a las 13:26 h.

En el mundo del transporte, en el que, como reveló en toda su crudeza la huelga desatada hace semanas, el éxito y el fracaso se miden en céntimos, un camión vacío constituye una herejía. El tráiler que hoy deposita aquí su carga regresará mañana a casa repleto de nueva mercancía. Los desplazamientos en vacío son un derroche que ninguna empresa puede permitirse. Esta ventana habitual de negocio proporciona a la asociación Galucrania, creada en O Salnés en solidaridad con Ucrania frente a la invasión rusa, la oportunidad de organizar su séptimo envío de ayuda humanitaria a las víctimas de la guerra. Solo hay un problema. Es necesario conseguir 24 toneladas de material sanitario y alimentos no perecederos en apenas seis días.

Los portavoces de Galucrania explican que, en estos momentos, un tráiler viaja desde el país eslavo a Vilagarcía por motivos comerciales. Forma parte de la red logística que el grupo Rey Procesos de Fundición pone a disposición de la asociación para que los productos que la solidaridad concentra en su almacén de la capital arousana puedan cruzar Europa y llegar a su destino.

El vehículo transporta mercancía que será descargada el lunes; el martes, a más tardar. Existe la posibilidad de que, en lugar de un retorno puramente comercial, el contenido que regrese a Ucrania se componga de lo que más necesitan sus habitantes, azotados por la invasión. De ahí el llamamiento que el colectivo quiere difundir en O Salnés, Pontevedra y Galicia en general, a fin de reunir esas 24 toneladas de alimentos y material sanitario para no desperdiciar ni un centímetro cúbico de la capacidad del camión. En caso contrario, la firma que fleta el tráiler buscará, por pura lógica empresarial, otra carga.

«Se insistimos no material de tipo sanitario e nos alimentos non perecedoiros é por pura necesidade. Transportar roupa, por exemplo, da que reunimos gran cantidade ao comezo, é agora un luxo que non podemos permitirnos», subrayan los responsables de Galucrania. La asociación argumenta que la ola de solidaridad que generó las primeras fases de la guerra no puede detenerse, porque la propia contienda tampoco lo hace y las víctimas, los desplazamientos masivos y los combates no dejan de crecer.

Quienes deseen colaborar, añaden los integrantes del colectivo, deben depositar el material que reúnan en el almacén de Rey en Rubiáns (Vilagarcía de Arousa), de 8 a 14 horas y entre las cuatro y las seis de la tarde. Todo debe estar clasificado y perfectamente identificado: «É unha cuestión de conciencia», concluyen los miembros de Galucrania.

 El material enviado desde Vilagarcía llega al Dombás y a Bucha, el escenario de las matanzas de civiles

La ayuda humanitaria procedente de Arousa alcanza el país eslavo a través del punto fronterizo que forman Medyka (Polonia) y Shehyni (Ucrania), tras un viaje de 3.300 kilómetros que cruza Europa occidental. Entidades como la Asociación de Voluntarios de Zaporizhia y el Cuartel General de Voluntarios Palyanytsia se encargan de su distribución entre las Fuerzas Armadas y los colectivos más vulnerables de la población ucraniana.

A través de ellos, Galucrania tiene conocimiento de que los productos de primera necesidad reunidos en la capital arousana llegan a lugares cuyos nombres han alcanzado una triste celebridad. Es el caso de Bucha, una ciudad perteneciente al cinturón de Kiev, la misma que ha sido escenario de las matanzas de civiles que han levantado la indignación de la comunidad internacional. O de Irpin, cuyo cementerio fue fotografiado hace apenas unos días, repleto de tumbas cuyas fechas son posteriores al inicio de la guerra. La ayuda arousana ha tocado, por último, Donetsk y el Dombás, la región del Este de Ucrania que en estos momentos concentra la ofensiva rusa y Putin reclama.