Las historias redondas de A Toxa

leticia castro O GROVE / LA VOZ

AROUSA

LETICIA CASTRO

La isla en la que se originó el veraneo gallego sigue marcando tendencia

15 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Si está haciendo planes para estos días de descanso, no olvide incluir en su mapa de visitas O Grove. Y puestos a visitar la península meca, uno de los planes que no debe perderse es el de conocer A Toxa, aprovechando además las buenas temperaturas que estos días están registrando las Rías Baixas. La isla es perfecta para ir con niños, ya que pueden correr al aire libre, acariciar a los burros que habitan el Monte Central o darse un baño si el termómetro lo permite.

Dada su extensión, A Toxa es ideal para ser recorrida a pie o en bicicleta, parando en todos sus rincones, siempre en contacto con la naturaleza. Desde hace unos años el mayor atractivo para quienes la visitan en familia es el parque de la aldea de los Grobits, que hace las delicias de pequeños y mayores. Nadie quiere marchar de él sin la foto de rigor para subir a sus redes sociales. El mundo fantástico de los grobits envuelve a quien lo visita, no solo por la leyenda de que lo habitan seres imaginarios que emergen de las profundidades a través de las grietas termales, sino por ser un espacio lleno de casitas de piedra diminutas, que incluyen hasta una biblioteca a cuyo interior se puede acceder si uno mide medio metro de altura.

Lo adornan un montón de atracciones de madera, muy solicitadas por cierto, y una buena cantidad de árboles, ya que se encuentra en medio del Monte Central, además de troncos intervenidos artísticamente con gran colorido, otro de los escenarios escogidos para las instantáneas. La aldea de los Grobits se ha convertido en uno de los lugares más visitados de O Grove, y es que tiene muchos puntos a su favor, pues además de fomentar la imaginación de los niños, también tiene carácter educativo. Varios paneles dentro del recinto hacen referencia a los árboles autóctonos, como los castaños o el laurel. Del primero recogen sus alimentos los pequeños grobits, al parecer, y del segundo extraen pociones curativas. Con una historia tan redonda, normal que el parque triunfe.

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Pero A Toxa está llena de historias redondas. Tras el paseo por el monte es momento de ver otras cosas que nos ofrece la isla, como su patrimonio cultural e histórico, y así llegamos hasta la archiconocida Capilla de las Conchas, o de San Caralampio, el único templo del mundo recubierto por completo de conchas de vieira, que llama la atención por su singularidad y cuya construcción data del siglo XIX —la colocación de las conchas fue posterior, entorno al año 1950—. La ermita toma su nombre, al parecer, de un mártir que era patrón de las enfermedades de la piel. Tiene sentido, ya que A Toxa es conocida por las propiedades de sus aguas termales. Retratarse ante ella es casi obligatorio.

En la isla todo está conectado de una u otra manera, así que a unos pasos podemos descubrir algo más sobre las veleidades de las aguas termales en la Tienda-Museo de La Toja Manantiales, ubicada dónde un día estuvo la fábrica de jabones de la isla, que comenzaron a comercializarse casi de casualidad en 1905, como un reclamo publicitario del balneario. Pero resultó que el producto sedujo al público y eso disparó sus ventas.

La fábrica cerró hace ya muchos años, pero en su lugar queda el pequeño museo que permite a los visitantes descubrir desde la maquinaria con la que se trabajaba en ella hasta las propiedades de los manantiales, así como y disfrutar de los afiches publicitarios de la época, que hicieron de la marca La Toja una referencia.