Catoira aborda la última fase para sacar adelante su nuevo plan urbanístico

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

El BNG acusa a García de intentar aprobar el PXOM «ás agachadas»

12 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El alcalde de Catoira, el socialista Alberto García, quiere aprobar el PXOM de esta localidad en un plazo de tiempo razonable. «Non quería que fóra máis alá dun mes», dice el regidor, que recalca que en ese documento se lleva trabajando la friolera de once años. Un tiempo en el que Consultora Gallega, la empresa encargada de la redacción del planeamiento, ha tenido que atender a los constantes cambios y requerimientos de los distintos departamentos de la Xunta. «Este é un proceso desesperante, non para o Concello de Catoira, senón para calquera que esta no proceso de redactar un PXOM», señala García.

Pero parece que, por fin, el trabajo interminable ha sorteado todos los trámites impuestos por Santiago. Hace unos días, el alcalde reunía a todos los concejales de la corporación para entregarles toda la documentación del PXOM: todos los estudios, todos los planos, todas las propuestas. Su intención es que lo estudien, que lo desmenucen y que digan lo que puedan tener que decir. En todo caso, el objetivo final es lograr aprobar provisionalmente el documento: luego le tocará a la Xunta darle la aprobación definitiva.

Asegura Alberto García que los cedés y los documentos que se le entregó a la oposición hace doce días ya están en poder de esta desde hace tiempo. Por lo menos, en lo que al grupo del BNG se refiere. «Os do PP son novos», explica. Por eso, no entiende Alberto García las críticas lanzadas por el BNG, que acusa al ejecutivo de querer aprobar el PXOM «ás agachadas».

Advierten los nacionalistas que no lo van a permitir. De hecho, están preparando una ronda de reuniones con colectivos vecinales de Catoira, a fin de trasladarles la repercusión que el plan xeral, tal y como está, tendrá en buena parte del municipio. Y, tras las sucesivas correcciones y modificaciones introducidas en los últimos años, dicen los nacionalistas, la repercusión «non será nada boa» para los vecinos.

En 2013, el BNG presentaba una primera batería de alegaciones al PXOM, que se acababa de aprobar inicialmente. En virtud de aquel documento y de las cuentas del BNG, «desaparecerían solares nos que se poderían edificar ata 400 vivendas». Esa cifra, a día de hoy, sería mucho mayor, y a falta de acabar de revisar los planes, los nacionalistas hablan ya de medio millar de potenciales viviendas que desaparecerían del futuro de la localidad. Los cambios de calificación de muchas parcelas provocarían que estas perdiesen su condición de edificable, e incluso que viviendas «con corenta anos» terminen fuera de ordenación, con todo lo que ello supone.

Desde el Bloque consideran que los vecinos deben conocer las implicaciones de este documento, que supondrá, sostienen, un freno a la construcción en la localidad, con lo que ello conlleva a la hora de fijar población. Desde el gobierno local, el alcalde socialista Alberto García asegura que el documento supone una «continuidade» con la situación ya existente, «adaptándoa ás leis do solo e ás normativas aprobadas nestes últimos anos pola Xunta. Dende o Concello non se ten introducido cambio ningún».