La negociación del presupuesto de Cambados arranca con mal pie: el Bloque se levantó y Pode no acudió

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

El bipartito volverá a convocar a la oposición en busca de apoyos y avanza que parte de las condiciones del BNG son inasumibles

04 abr 2022 . Actualizado a las 18:45 h.

Las negociaciones para aprobar el presupuesto de Cambados no han empezado bien. El bipartito (PSOE-Somos) había convocado para este lunes al mediodía a los tres grupos de la oposición, pero solo se pudo reunir con el PP. El BNG se levantó de la mesa nada más empezar la reunión y Cambados Pode ni siquiera acudió. El alcalde, Samuel Lago, no oculta su sorpresa por la reacción del grupo nacionalista. Su portavoz, Liso González, la explicaba poco después a preguntas de este diario; sí eran conocedores de que la convocatoria se había hecho para toda la oposición, pero declinaron una negociación a varias bandas alegando que esta debe hacerse de forma unilateral con cada grupo. «Non ten sentido que nós debatamos as propostas que vai facer o PP e viceversa», apunta González. En el grupo popular no opinan de ese modo. «Por suposto, respecto a decisión, pero foi unha pena que non se quedasen», apuntó Luis Aragunde. Si el gobierno local quiere negociar con el Bloque no tiene más que llamarlos, indica el portavoz nacionalista, y parece que ese encuentro a dos bandas sí se producirá, según avanzó ayer el alcalde, Samuel Lago; volverá a convocar al Bloque por separado y al PP y a Pode, también, con el fin de avanzar en un posible acuerdo.

A priori, el escenario no parece muy propicio para ello. Pese a la ausencia del BNG, el bipartito conoce ya por escrito cuáles son sus condiciones, y el regidor está en disposición de avanzar que algunas de esas líneas rojas van a ser difíciles de salvar. Se refiere, por ejemplo, al hecho de anular la transferencia de capital realizada en favor de la asociación del cementerio de Vilariño o cubrir determinadas vacantes del cuadro de personal, alegando que ambas cuestiones plantean problemas legales. Tampoco ve el regidor viable disminuir la partida de festejos en 70.000 euros: «Non parece moi adecuado sacar das festas que organiza o Concello para transferir eses cartos ás festas que organizan entidades culturais», añade.

Sin embargo, otras peticiones del Bloque sí son asumibles, como las que se refieren a las obras solicitadas para el centro cultural de Corvillón, la senda litoral de Castrelo o el parque infantil de Vilariño. De hecho, puntualiza Lago, algunas de estas intervenciones están ya previstas.

El alcalde no pudo avanzar mucho más acerca de los ejes sobre los que pivota la negociación del presupuesto toda vez que desconoce las sugerencias del PP y de Cambados Pode. Los populares se limitaron hoy a escuchar a la espera de analizar el borrador del presupuesto con detalle y concretar sus propuestas, que prevén presentar la semana próxima por escrito. José Ramón Abal no asistió a la reunión por cuestiones de tipo personal y, en todo caso, tampoco confía en que este marco de diálogo vaya a aportar mucho. «É o mesmo paripé que o ano pasado. O único que se pode negociar son as obras, porque o resto son case todo gastos fixos, e resulta que vemos que para os 700.000 euros que hai para investimentos xa o teñen todo solicitado. Iso é non querer negociar, estanlle tomando o pelo, non aos grupos da oposición, a todo o pobo de Cambados», indica el concejal, quien no tiene todavía definido cuál será el sentido de su voto.

El suyo tampoco será un voto determinante. El bipartito precisa dos votos a mayores de los siete del PSOE y Somos para alcanzar una mayoría que le permita aprobar el documento en pleno, un apoyo que la lógica política sitúa en las filas nacionalistas —no en vano fueron socios de gobierno en el anterior mandato—, pero que el año pasado no se produjo.

Esta falta de acuerdo llevó entonces, en abril de 2021, a votar una cuestión de confianza vinculada al presupuesto, pero el BNG impidió que prosperara para evitar así la presentación de una moción de censura que pudiese aupar a la derecha a la alcaldía. El presupuesto del 2021 no se votó, pero pudo entrar en vigor tras un mes de exposición pública. La situación a la que se enfrenta el bipartito un año después es similar, aunque la negociación se plantea con una dificultad menos al haber renunciado a su pretensión de que cuatro de sus ediles cobren un salario por una dedicación a las tareas de gobierno. Habrá que esperar a nuevas reuniones para despejar el camino.