El Sergas se defiende
La familia Hermida Loureiro pudo así poner punto y final a un calvario propiciado por las limitaciones del sistema y un error humano. Entre las miles de citas que se tramitan en el área sanitaria es comprensible que se produzcan fallos, argumentan desde la gerencia, pero, por lo demás, la actuación fue «correcta» dado que, una vez detectado el error, se actuó diligentemente, indican las mismas fuentes. «Desde que a paciente pon de manifesto o erro cometido na cita, o día 2 de marzo, ata a data final da cita, o día 17 de marzo, transcorren quince días. Debemos sinalar que para todas as anatomías patolóxicas das cirurxías do Hospital do Salnés temos un dobre control para que, no caso de detectarse patoloxía neoplásica, se citen de xeito inmediato. Por sorte, esta non foi a situación, non se trataba dun proceso neoplásico, polo que o erro na cita non foi detectado no propio hospital ata que a paciente nolo comunicou». Además, añade el Sergas, si no se le hicieron antes las pruebas radiológicas fue porque «clínicamente no resultaban necesarias» y para evitar radiación a la paciente, a la espera de que se pautase el día de la operación.
¿Cómo podía saber la paciente que había habido un error en la cita? El Sergas afirma que la fecha equivocada se plasmó en el informe médico de alta de la operación, pero en el documento que adjunta Cris Loureiro no consta tal referencia y solo se hace mención a que se pasará consulta en el plazo de un mes.