Algunos colegios sacarán mañana los disfraces a la calle, aunque la mayoría optan por fiestas en los patios

La Voz

AROUSA

MARTINA MISER

24 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El viernes de carnaval siempre fue día de fiesta en los colegios. Festivales, desfiles, degustaciones..., las vacaciones de Entroido se reciben con la careta puesta, menos el año pasado, cuando las celebraciones se redujeron a su mínima expresión por culpa del covid. Con los índices epidemiológicos más favorables, los colegios también se van sumando poco a poco a la normalidad, aunque hay excepciones. En el San Bartolemeu de Tremoedo (Vilanova) informan de que no hay ninguna actividad programada para mañana. En la gran mayoría sí será un día especial, con desfiles y fiestas en los patios y, en algunos casos, también en la calle. Los colegios de San Tomé en Cambados, Mosteiro en Meis, Rubiáns en Vilagarcía, Progreso en Catoira o As Covas y Coirón en Meaño cruzarán el umbral de sus respectivos centros y este viernes pondrán la nota de color y humor en sus pueblos y parroquias.

El carnaval está para disfrutar, pero también se puede aprovechar para trabajar en los proyectos educativos; en el Rosalía de Castro de Carril recrearán distintas épocas históricas, en el Valle-Inclán de O Grove se vestirán de animales y en el de Catoira se inspirarán en el Camino de Santiago.

El principal cambio con respecto a otros años es que las familias no podrán entrar en los centros educativos para ver a sus pequeños, una restricción en la que se hará alguna excepción; en el colegio de Ferro Couselo de Valga se permitirá la entrada a un puñado de padres para que preparen las filloas típicas de estas fechas.

La pandemia reduce la libertad de movimientos —los desfiles en los patios deberán hacerse guardando la distancia de seguridad— y recorta, también, el menú, porque muchas actividades gastronómicas han sido suspendidas. Con todo, en el colegio Antonio Magariños de Cambados habrá chocolate con churros, en el Piñeiriño de Vilagarcía no faltarán las orejas y las filloas y en el colegio de Ardia se servirán dulces de Entroido.

Por lo demás, en muchos colegios llevan ya de celebración desde el lunes a propósito de «os mandadiños do meco», por los que se invita al alumnado a vestir cada día de esta semana una prenda especial. Así pues, en el colegio de Cordeiro empezaron poniéndose la bata, siguieron por las gafas, la peluca y demás complementos hasta completar la figura del científico. Y en el Valle Inclán de O Grove, ayer acudieron vestidos con batas y pijamas y otro día lo hicieron con un zapato distinto en cada pie.

Lo que se ha convertido en un elemento omnipresente en el atrezo carnavalero es la mascarilla, y no precisamente por gusto. En clase hay que llevarla y en muchos centros recomiendan su uso también en el exterior, aunque no sea obligatoria.