Casarse como en una película: con guion y un actor en acción

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

AROUSA

cedida

Ademar Silvoso toca todos los palos: teatro, cine, publicidad, guion, poesía, eventos... También casa, y la primavera se presenta propicia para dar el sí quiero

17 feb 2022 . Actualizado a las 11:10 h.

El gran público lo conoció junto al palleiro Fusco a propósito del Vivamos como galegos! de Gadis del año 2015. Es el poder de la televisión, pero Ademar Silvoso ya había hecho teatro y sus pinitos en el mundo del cine. En 2017 le llegó su primer papel protagonista con Nove de novembro y su abanico profesional se abre, también, a los eventos.

Este cambadés tan pronto presenta el festival de comparsas de Vilagarcía como dirige la entrega de premios del concurso de la Festa do Albariño. Lo que es menos conocida es su faceta como maestro de ceremonias en bodas. Es un nicho de negocio por explorar porque cada vez son más los enlaces civiles frente al rito religioso y son más los novios que prefieren a un profesional que al concejal de turno a la hora de dar el sí quiero.

La pandemia ha frenado este mercado, pero Ademar Silvoso confía en que pasada la sexta ola y con la primavera llamando a la puerta, los casamientos vuelvan a llenar los jardines de pazos, restaurantes y bodegas. Tanto es así, que acaba de grabar un nuevo vídeo para reforzar su promoción a través de Internet y tiene ya varias ofertas sobre la mesa.

De momento ha oficiado seis ceremonias, y, confiesa, en casi todas acabó llorando. Es lo que tiene conocer a los novios. «Es que lo pongo mucho cariño y mucho mimo, pero acabará pasando», apostilla entre risas. Oficiar una boda no solo requiere talento y oficio. Ademar Silvoso hace una propuesta «personalizada» que precisa un trabajo previo para conocer a los contrayentes: primero se entrevista con ambos y después se reúne con cada uno de ellos, «y es de las entrevistas por separado de donde saco la información más preciosa, salen más cosas por la resta que por la suma».

A partir de ahí, prepara un guion a sabiendas de que en algún momento habrá que improvisar. «Un maestro de ceremonias tiene que saber buscar la parte divertida y a la inversa, también darle solemnidad cuando es preciso, se trata de buscar el equilibrio», indica.

Su tarifa mínima es de 300 euros, que aumenta en función de los extras que quieran incorporar sus clientes. De momento no se lo han pedido, pero Ademar ofrece la posibilidad de oficiar bodas temáticas con interpretación y caracterización incluidas. Con lo que no contaba, y sí ha tenido que hacer, es de oficiante de bodas por streaming, para lo que, por supuesto, se vistió de tiros largos y cumplió con todo el protocolo que requiere la ocasión.

Le sobran recursos a la hora de enfrentarse a una cámara, sea la del ordenador de su casa, sea la de Dani de la Torre, con quien trabajó en La sombra de la ley. Y le sobran recursos también para lidiar a diario con los niños de la escuela infantil A Galiña Azul de Moraña, donde trabaja como personal de apoyo.

Este empleo le da la estabilidad que necesita para poder seguir desarrollando con tranquilidad su vocación, la de artista, que aspira a que acabe convirtiéndose, también, en su medio de vida. Su último descubrimiento ha sido la poesía. Ademar Silvoso se ha clasificado para la final gallega del Slam Poetry, donde se enfrenta a un texto inédito con un tiempo de tres minutos, teniendo su cuerpo y su voz como únicas herramientas interpretativas. Todas las facetas de la creación se retroalimentan y de todas bebe Ademar, porque, ¡cuánta poesía no cabe en una boda!

A Fátima Abal le ha salido una seria competencia. La exalcaldesa de Cambados presume de preparar las bodas más bonitas y originales de la comarca y de ser la política más solicitada por los novios. La socialista —que mantiene su acta de concejala— seguirá siendo la que más case en su Concello. Ademar Silvoso tiene el reto por delante de batir su marca.