Las patrullas de la Guardia Civil y policía local no logran disuadir a los gamberros
02 feb 2022 . Actualizado a las 17:06 h.Ni la instalación de cámaras de vigilancia ni las patrullas de la Guardia Civil y la policía local logran acabar con el botellón en el colegio Torre-Illa. El problema se arrastra desde hace tiempo y ya ni siquiera hay que esperar al fin de semana. Este martes, en el patio cubierto del pabellón de Infantil volvieron aparecer colillas y restos de bebidas que demuestran que la noche anterior alguien estuvo de juerga por allí.
La estampa resulta frustrante en la medida en que se repite cada poco tiempo y la comunidad escolar y el Concello no encuentran la forma de ponerle freno. Al problema que representa que personas ajenas al centro hagan uso del recinto fuera del horario escolar se suma el hecho de que dejan todo lleno de suciedad y causan destrozos, lo cual desanima al profesorado a adornar el patio en fechas tan señaladas. Para qué gastar tiempo y energías, se preguntan, si las pasadas Navidades el botellón volvió a causar estragos.
El hecho de que el acceso al recinto escolar esté abierto hasta la noche para dar servicio al pabellón de deportes facilita la incursión de los amigos del botellón, que ven en el resguardo que ofrece el patio de infantil el lugar idóneo para beber y fumar.
En el colegio sospechan de que se trata de adolescentes, antiguos alumnos, pero la Guardia Civil informa de que, de momento, no ha sido posible identificar a nadie en relación con estos hechos. Los agentes seguirán vigilando la zona en aras de disuadir a los autores de estos hechos, según anuncia el instituto armado.