Las raíces de los árboles y un tipo de losetas que no encaja en la ciudad hace que los paseos que recorren el jardín estén muy deteriorados
18 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Hace veinte años comenzaba la construcción del parque Miguel Hernández. Claro que entonces nadie lo llamaba así. Se hablaba de la zona recreativa de A Mariña, o del parque de Fexdega, ya que en esa explanada se celebró durante años la feria multisectorial que tanta fama dio a la ciudad. Veinte años, decía el tango, no son nada. Pero ya se sabe que no hay que hacerle demasiado caso a las canciones: estos veinte años han sido tiempo más que suficiente para que los árboles que en su día se plantaron en este espacio hayan crecido. Algunos, lo han hecho sin cortapisas y ofrecen, sobre el césped, generosas sombras. Otros, sin embargo, han tenido que desarrollarse enjaulados entre las losetas de pizarra que ciñen el parque y las rejillas de fundición con las que se quisieron proteger sus raíces. El resultado salta a la vista, y en este caso saltar es el verbo justo: alrededor de buena parte de los ejemplares que marcan el paseo junto a la avenida de A Mariña, el pavimento está levantado por efecto de la fuerza de la naturaleza. Las raíces empujan, intentando abrirse camino, consiguiendo levantar tanto las losetas como el carril bici que discurre pegado al asfalto.
Por ese carril se ve caminar a una gran cantidad de gente. Normalmente, gente mayor que intenta eludir el camino de baldosas grises en el que tan sencillo puede resultar sufrir un tropezón. Cierto es que en el carril bici también hay baches, grietas y planchas que se elevan sobre las vecinas, todo ello sumado al riesgo de encontrarse con una bicicleta. Pero son muchas las personas que lo eligen para hacer sus recorridos a pie. Y parece que la cifra no bajará mientras Ravella no acometa el prometido proyecto de cambio del pavimento del parque Miguel Hernández, una obra que anunció en octubre del 2020, pero que se ha demorado por «cuestiones sobrevenidas». En todo caso, asegura el Concello que esta es una de las actuaciones a ejecutar en los próximos meses, que la memoria ya está hecha y que solo falta asignarle partida presupuestaria en el marco de los orzamentos para este año.
La actuación es necesaria, tanto que el propio gobierno local que encabeza Alberto Varela (PSOE) lo reconocía así hace ya dos años, cuando se acometió un paquete de actuaciones de urgencia para intentar minimizar el número de obstáculos que, en forma de piezas sueltas y rotas, se topaban los peatones que caminaban por el camino de pizarra, una ruta muy similar en su configuración al paseo de Carril en que ya se ha actuado para cambiar el pavimento.
En cuanto se ejecute esa actuación, seguro que los peatones levantarán más la vista del suelo y podrán disfrutar de la eclosión de vida que hay unos metros más arriba. En los árboles del Miguel Hernández se esconden nidos, y entre las ramas los inquilinos cantan para quien quiera escucharlos. Si se van a sentar para prestarles la debida atención, elijan los bancos de fundición: los de madera no parecen ofrecer todas las garantías debidas.