El aplazamiento del partido ante el Unicaja, otro varapalo para el Cortegada

Cinco jugadoras positivas y un miembro del cuerpo técnico. Esa fue la información que el Unicaja Málaga transmitió a la Federación Española de Baloncesto y que ha supuesto la suspensión del encuentro que debía jugar el conjunto vilagarciano en tierras malacitanas esta tarde.

Un aplazamiento que supone todo un quebradero de cabeza en lo económico para el conjunto vilagarcianos que teme perder el importe de lo desembolsado por los billetes de avión, puesto que tenía previsto viajar hoy hacia tierras andaluzas. El problema es que como el motivo del aplazamiento del encuentro no se debe a un positivo en alguna de las jugadoras del conjunto vilagarciano sino en el rival no parece que las compañías aéreas vayan a estar por la labor de reintegrar el dinero de los billetes al conjunto vilagarciano que, además, deberá comprar otros para la nueva fecha del encuentro.

Sin acuerdo en las fechas

Una nueva fecha para la que, por otro lado deberán ponerse de acuerdo ambas entidades. Y la primera opción que llegó desde Málaga fue rechazada de plano por las arousanas, que tendrían que jugar un sábado por la tarde en Fontecarmoa y viajar el domingo a Málaga para visitar a un cuadro andaluz que, además, habría tenido un partido «amable» en su pista en la jornada vespertina.

El aplazamiento es todo un varapalo para la economía de un Mariscos Antón Cortegada que ha destinado ya cerca de treinta mil euros al apartado de desplazamientos en lo que va de temporada y un apartado al que todavía le falta algún capítulo grande por llenar como es el que le deberá llevar a Melilla, por ejemplo.

El incidente malagueño con el aplazamiento, para empezar, ha dejado de momento en el modo parada el posible refuerzo que las arousanas iban a tener para afrontar la segunda parte de la competición y que, por el momento, parece que tendrá que esperar unos días más.

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