La caída en masa de las grandes cenas augura un mal fin de año en la hostelería meca

l. castro O GROVE / LA VOZ

AROUSA

Uno de los cribados realizados en O Grove
Uno de los cribados realizados en O Grove LETICIA CASTRO

Varios restaurantes están dispuestos a abrir en Navidad y Año Nuevo para tratar de atraer a su clientela

21 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la incidencia disparada en toda la comarca, la hostelería vuelve a estar de nuevo en el punto de mira, no solo porque las autoridades la tienen bajo el foco, y por ello está siendo objeto de inspecciones para velar por el cumplimiento de las medidas anticovid establecidas por la Xunta, sino también porque el temor de la gente a nivel particular la está perjudicando directamente. Así lo apuntan algunos hosteleros en O Grove, que en los últimos días vieron como se anulaban, una tras otra, las grandes cenas de empresas y con ellas se iban también los beneficios previstos, tal y como explicaban desde la Arrocería A Lanzada, donde disponen de un gran comedor para albergar con separación a unas doscientas personas, y hay ventilación más que suficiente.

Abiertos Navidad y Año Nuevo

«La gente está cogiendo miedo y eso nos repercute directamente», explican desde el restaurante, lamentando de que su sector sea siempre el mayor damnificado. Aún así, esperan que a nivel familiar, normalmente suelen ser grupos reducidos, la cosa siga funcionando, y por ello apuestan por abrir el día de Navidad y el de Año Nuevo, aunque a una semana vista poca previsión se puede hacer. La restauración empieza a estar nerviosa «porque hay que contratar personal, comprar mercancía y así es complicado trabajar», y sostener el negocio, claro. Lo que sí es cierto es que varios de los clientes que hasta allí se acercan llegan un poco despistados con el certificado, y algunos tienen que dar vuelta y cogerlo, mientras hay quien se enfada por la petición y lo paga poniendo una crítica negativa en Tripadvisor.

La fiel clientela portuguesa

Ni siquiera los clientes portugueses, fieles a la localidad en estas fechas, se atreven a venir. Lo apunta Miguel Barreiro, del restaurante La Posada, quien este año se atrevió con un gran menú de Nochevieja y ha visto cómo se multiplicaban las cancelaciones: «Cheguei a ter o comedor cheo, logo baleiro, logo mediado e nestes momentos baixo mínimos». Según confiesa, una buena parte de esos clientes eran del país vecino «e agora non se atreven a vir». De momento hay algunas reservas que siguen en pie, por lo que, salvo catástrofe, el 31 abrirá las puertas del restaurante, y con esta incerteza existen ya rumores de que algunos hoteles no abrirán a finales de año.