«Hay cancelaciones de cenas grandes; las empresas no quieren arriesgar»

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

El avance de la sexta ola está impactando en los restaurantes, que esperaban un mes de diciembre lleno de celebraciones

03 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El mes de diciembre no podía presentar mejor cara: los restaurantes arousanos habían llenado sus agendas de cenas de Navidad para empresas pequeñas, medianas y grandes. Todo el mundo, decían los hosteleros, tenía ganas de salir a brindar con sus compañeros tras el parón forzado del año pasado. Algunas empresas celebraron sus reuniones festivas en pleno mes de noviembre, anticipándose a los apuros de última hora. Y parece que acertaron. «Las cosas hay que hacerlas en cuanto se puede», comenta un hostelero. Y no le falta razón. El avance de la sexta ola está provocando la cancelación de cenas y comidas grandes. Las empresas no quieren arriesgar a tener que cerrar por salir un día a cenar toda la plantilla, razonan los hosteleros, que comprenden perfectamente ese temor. Aunque les fastidie el negocio.

Un caso paradigmático es el del restaurante A Batea, en Vilagarcía. Hace unas semanas, el último tramo del año estaba cargado de trabajo, con un sinfín de cenas de empresa que atender. «Agora estamos tendo moitas cancelacións das cenas máis grandes. As que son de oitenta ou noventa persoas estanse caendo todas», argumenta José Ferro, su responsable. No es el único caso. En Cambados, el restaurante Forniños también estaba lleno durante todo diciembre. No habían apurado el aforo, por si las moscas, y ahora se felicitan de aquella decisión. «Seguimos teniendo gente, pero es cierto que se está cancelando mucho. Cenas de amigos se cancelan menos, aunque si antes eran doce, ahora son siete u ocho. Pero en las cenas de empresas un poco grandes sí que se está notando, hay preocupación por los contagios», explica Rodrigo Rey. Y su experiencia se replica allí donde hay comedores amplios, aptos para reuniones de grupos grandes.

Los grandes cocidos

En Casa Rodiño, en Meaño, no trabajan de noche: centran sus esfuerzos en las horas de comida, y hace unos días fueron los responsables de servir la comida de la Cofradía do Centolo Larpeiro, que reunió a cuatrocientas personas «nun pavillón de 1.200 metros cadrados». Los responsables de este negocio reconocen que han tenido algunas cancelaciones de comidas de empresa, y admiten su inquietud ante un panorama cambiante. «Hai un mes estabamos eufóricos, agora estamos un pouco a ver que pasa», explican. El día 12 tienen previsto un cocido de los que suelen atraer a hasta 180 personas, «pero hai moi poucas reservas; a xente ten medo».