Ayer a mediodía, en las puertas de los consistorios, se celebraron encuentros en los que mandó el negro
26 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Pasó otro 25 de noviembre y con él, un sinfín de actos para reivindicar la urgencia de poner fin a la violencia que sufre más de la mitad de la población por el simple hecho de haber nacido mujer. Ayer a mediodía, en las puertas de los consistorios, se celebraron encuentros en los que mandó el negro, en los que se leyeron poesías y manifiestos. En el caso de Vilagarcía, el elaborado por el Consello Local da Muller, al que puso voz la exconcejala Victoria Hierro. «A igualdade só será efectiva cando se garantan os dereitos a todas as mulleres», clamó. Esa afirmación se sustenta sobre la misma realidad que todos los años anteriores: la constatación de que «segue habendo mulleres atravesadas por distintas opresións». Algunas tan evidentes, tan dolorosas y brutales como la violencia física. Otras quizás menos visibles, pero igualmente injustas y sangrantes: brecha salarial, techo de cristal, pobreza, violencia obstétrica... «Ningunha violencia é pequena para quen a sofre», se oyó la voz de Victoria Hierro. En otras localidades, como Vilanova o Valga, los concellos se adhirieron al texto consensuado en la Fegamp, en el que se recuerda que «a violencia física é a que fai saltar as alarmas máis veces, pero o maltrato á muller prodúcese moitas veces». Y para hacer frente a esa situación, aseguran «aí están os concellos», una administración tangible, próxima, a la que invitan a recurrir a las víctimas.
Los centros educativos de la comarca también realizaron actividades especiales con motivo del 25-N.