«Sabe dios la cantidad de fotos de Vilagarcía que hay todavía en los faiados de Inglaterra»

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Juan Carlos Porto, en los icónicos bancos de azulejo de los jardines de Ravella
Juan Carlos Porto, en los icónicos bancos de azulejo de los jardines de Ravella Martina Miser

La web Vilagarcía Antiga se despide después de doce años con uno de los mejores archivos de fotografías antiguas de la capital arousana

17 nov 2021 . Actualizado a las 21:12 h.

Corría el 2009 cuando Juan Carlos Porto (Vilagarcía de Arousa, 1961) hacía un hueco en su trayectoria como profesor, músico y compositor para poner en marcha Vilagarcía Antiga, una web que con el paso de los años ha reunido 36.000 fotografías antiguas de la capital arousana, recuperadas en medio mundo, y un ingente volumen de artículos sobre la historia de la ciudad y los personajes que la han habitado. Problemas técnicos que impiden renovar la página y el tiempo de su autor, requerido en otras encomiendas, ponen fin a la experiencia

—A estas alturas será, el suyo, uno de los mejores archivos fotográficos de Vilagarcía.

—Desde luego, creo que tengo una excelente colección de fotos antiguas de Vilagarcía. De las 36.000 imágenes, al menos 1.200 son de una calidad excepcional y una resolución magnífica, tomadas desde 1870 hasta los años 60 del siglo pasado.

—¿Cómo llega a ellas?

—La fuente fundamental es la Armada inglesa. Todos los inviernos, hasta la Guerra Civil, aquí desembarcaban cuatro mil marinos cada invierno. ¿Quién tenía entonces una cámara fotográfica aquí? Ellos sí. Sacaban fotos y se las llevaban para allá. Si tuviese pasta me recorrería los desvanes de aquellos marinos que estuvieron en la escuadra. Sabe dios cuántas fotografías de Vilagarcía hay todavía en los faiados de Inglaterra sin que tengan ni idea de que son de Vilagarcía. He encontrado fotos en Inglaterra, Canadá, Alemania, Francia e incluso en Australia. A partir de ahí, existen varias colecciones de fotógrafos, sobre todo catalanes.

—¿Por ejemplo?

—Yo destacaría a Lucien Roisin, que era francés pero vivía en Barcelona. Vino mucho por Vilagarcía, sobre todo en los años 20. También a Ruíz Bernazzi, que estuvo aquí en la primera década del siglo XX. Todas esas colecciones las fue comprando el Ayuntamiento de Barcelona. Un día, consultando su archivo fotográfico por Internet, vi una fotografía de Vilagarcía, telefonee y me comentaron que tenían un montón de imágenes que no podían ubicar. Me las enviaron y les hice una descripción de cada una de ellas. Fue un buen acuerdo.

—¿Y fotógrafos de Vilagarcía?

—Hombre, por ejemplo Joaquín Porto Casás, un tío mío que fundó El Hogar Antigüedades, que hoy sigue abierto, e hizo una de las mejores colecciones de fotografías de Vilagarcía. Poco a poco, aquella página que era básicamente fotográfica se fue enriqueciendo con artículos y colaboraciones. La gente hizo un acto de generosidad tremendo. Manolo Suárez, Víctor Viana, Daniel Garrido, Tito Porto, Enrique Lago, que tenía muchísimo material. Y Teo Cardalda, por supuesto. El último artículo publicado en Vilagarcía Antiga se lo pedimos él y yo a Xesús Alonso Montero, que hizo un trabajo muy interesante sobre Juan García.

—Dígame, doce años después, ¿cree que los vilagarcianos han afinado su sensibilidad acerca de su propio patrimonio?

—.Es una pregunta difícil. Creo que hay mucha gente que está resignada ante todo lo que se perdió en Vilagarcía. El peor error, sin duda fue, el alejamiento de Vilagarcía con respecto al mar. A ver si con el muelle de O Ramal nos reconciliamos con él. De todas formas, sería muy interesante crear un museo histórico.