Vilagarcía redujo su consumo eléctrico en 1,3 millones de kilovatios en 6 años

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

La temperatura media de la ciudad subió un grado en las últimas tres décadas

23 oct 2021 . Actualizado a las 21:00 h.

Vilagarcía se apunta a la lucha contra el cambio climático. El Concello firmó el pasado mes de marzo el Pacto das Alcaldías para o Clima e a Enerxía, en el que participan 10.000 entidades locales de 60 países del mundo con el objetivo de reducir un 40 % las emisiones de carbono para el año 2030. Y los datos recabados hasta el momento indican que las actuaciones llevadas a cabo por el gobierno local van por el buen camino. Por poner un ejemplo, en los últimos seis años, el Concello redujo su consumo de energía eléctrica en 1,3 millones de kilovatios, pasando de 7 a 5,7 al año. Ese es uno de los datos que figuran en el informe elaborado por la empresa Inova, que también recoge que, según las estadísticas, la temperatura media de la ciudad subió un grado en las últimas tres décadas.

Dos son las líneas de actuación que figuran en el Pacto. La primera es la de mitigación, que apuesta por renovar las luminarias de los edificios públicos, instalar paneles de energía sola, usar la biomasa para calefacción, la sustitución de vehículos por otros eléctricos, la promoción del uso de la bicicleta y el transporte a pie o el fomento del reciclaje, entre otras cuestiones. La segunda apuesta por la adaptación, proponiendo incluir criterios climáticos en los contratos municipales, una mejor gestión del uso de la energía o un sistema de riega inteligente en las zonas verdes.

Ravella ha puesto en marcha los trabajos previos para diseñar un plan de actuación propio. El informe sobre la ciudad fue encargado a la empresa Inova por la propia oficina del Pacto, que depende de la Xunta y que está financiada con fondos europeos. Ahora que cuenta ya con los primeros datos, el gobierno local concluye que todas las políticas que propone el pacto son las «que xa ven desenvolvendo o Concello dende hai anos», afirma. Un claro ejemplo es la reducción del consumo eléctrico, que se ha conseguido con la renovación de las luminarias y los sistemas de bombeo, con la revisión de contratos para adaptarse a las necesidades de los servicios y con otras medidas de ahorro, que han permitido reducir el gasto de 7 a 5,7 millones de kilovatios, lo que supone disminuir también la factura en cerca de 40.000 euros al año. Con todo, en el Concello destacan la necesidad de implicar a toda la ciudadanía para lograr cumplir con los retos de la Agenda 2030. Y es que, del total de emisiones de carbono a la atmósfera, la aportación de los edificios y servicios municipales es mínima, «fronte ao 50,5 % que emite o transporte privado e comercial e ao 40 % que suman os edificios residenciais», afirma Ravella.

El Concello quiere conocer la opinión de los ciudadanos al respecto y por eso ha puesto en marcha una encuesta, que puede completarse y consultarse en la web municipal. En ella, los interesados pueden expresar libremente sus opiniones sobre cómo perciben la ciudad, cuáles son sus inquietudes para el futuro, qué medidas creen que se deben adoptar y cuáles estarían dispuestos a apoyar. Combatir el cambio climático es cosa de todos, aseguran en el Concello, pues las proyecciones dicen que, de seguir así, para el año 2100 las precipitaciones podrían bajar entre un 3 y un 5 % y las temperaturas máximas subir entre 1,5 y 3,5 grados. Esto significa que la ciudad pasaría de tener 37 noches cálidas al año, a tener entre 68 y 84, mientras que las noches de helada, que son 12,3 actualmente, se reducirían a menos de la mitad.