Gonzalo Durán vota contra el acuerdo sobre el centro de salud de Vilagarcía

Serxio González Souto
SERXIO GONZÁLEZ VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Gonzalo Durán, a la derecha de la imagen, durante el consejo de administración
Gonzalo Durán, a la derecha de la imagen, durante el consejo de administración Martina Miser

El consejo portuario aprobó el convenio con Ravella en ausencia de la portavoz municipal del PP, Ana Granja

21 oct 2021 . Actualizado a las 21:13 h.

El consejo de administración de la Autoridad Portuaria acaba de abordar su compromiso recíproco más importante con el Concello de Vilagarcía de Arousa desde los tiempos en que Manuel Bouzas y Javier Gago comandaban ambas instituciones, hace ya veinte años. Una vez que el pleno municipal dio su visto bueno a la operación económica que permitirá financiar el contenido de este amplio acuerdo, restaba que el órgano de gobierno del Puerto aprobase sus términos. Y así lo hizo, aunque la sesión se desarrolló entre importantes matices. Sobre todo, por parte de Gonzalo Durán. El veterano regidor popular forma parte del organismo en calidad de representante de la Administración autonómica. Sin embargo, se opuso al pacto actuando como alcalde del vecino municipio de Vilanova de Arousa. Durán argumentó que el centro de salud que se construirá sobre la parcela de la vieja Comandancia Naval afecta a los vilanoveses en tanto que usuarios del punto de atención continuada de Vilagarcía, y que, pese a ello, nadie le había consultado su ubicación. De ahí su rechazo.

Durán Hermida se proponía, en realidad, abstenerse, pero la secretaria del consejo le recordó que esa posición no cabe en un representante de la Administración pública, lo que condujo a su rechazo al acuerdo, por mucho que fuese el presidente del Puerto y compañero suyo de partido, José Manuel Cores Tourís, quien lo propuso. La portavoz municipal del PP, Ana Granja, ocupa, a su vez, una vocalía en nombre de la Administración General del Estado. Granja manifestó en una entrevista, el pasado domingo, sus dudas sobre la ubicación de las futuras instalaciones sanitarias. Su grupo municipal rechazó, de hecho, en el pleno, la operación económica que la hará posible. La política conservadora excusó su presencia en la sesión de esta mañana, lo que en su caso le ahorró enfrentarse a una votación comprometida. Más allá de ambos, solo el consejero sindical evitó aprobar la iniciativa: se abstuvo —él sí podía— alegando que las centrales ocupan un local en la antigua Comandancia y que tampoco había sido informado de lo que se estaba negociando.

El acuerdo, ya adoptado, incluye tres pasos. La autorización del uso de la parcela de Comandancia (son 4.682 metros cuadrados) al Concello de Vilagarcía para la construcción del centro de salud, así como de la demolición del viejo edificio naval. El canon de la concesión, a cincuenta años, se establece en 41.7070 euros anuales, además de 6.848 en concepto de tasas de actividad. Sin embargo, dejará de tener efecto en cuanto el solar sea desafectado —el consejo declaró su innecesariedad— y el Ayuntamiento pueda adquirirlo por 1.157.406 euros para su entrega al Servizo Galego de Saúde, de acuerdo con el protocolo que Tourís y el alcalde, Alberto Varela, firmaron el 30 de junio con el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña.

De forma paralela, el Puerto completa el pacto al incoar el procedimiento de enajenación directa al Concello de la parcela de O Ramal, cuya tasación fija en 1.886.120 euros. Como en el caso de la Comandancia, su valor económico ha sido calculado por una empresa independiente.

Mantenimiento de zonas verdes e incorporación de las ampliaciones 

Cores Tourís explicó a sus consejeros que, más allá de este amplio acuerdo de colaboración, la sintonía con el Concello de Vilagarcía cobrará forma en la renovación del convenio por el que Ravella colabora en el mantenimiento de las zonas verdes abiertas al uso ciudadano. Además, e incidiendo en la apertura de un nuevo tiempo en la relación entre las dos instituciones, el Ayuntamiento trabaja en la incorporación al plan especial de los terrenos que se ganaron con las ampliaciones acometidas en los muelles Comercial y Ferrazo. Este fue uno de los grandes desacuerdos que marcaron la la presidencia de Sagrario Franco.