La plantilla de Atunlo aparca las protestas al alcanzar un compromiso de la empresa

La Voz O GROVE / LA VOZ

AROUSA

CEDIDA

Ni las sentencias que dan la razón a las trabajadoras habían logrado que la empresa cesase en el envío de advertencias y sanciones

06 abr 2022 . Actualizado a las 20:16 h.

En el cambio de turno, al filo de las dos y cuarto de la tarde, la plantilla de Atunlo se concentró ante las instalaciones de la fábrica, en O Grove, para mostrar su hartazgo ante la política de sanciones e incluso despidos iniciada por la empresa meses atrás. Según había explicado en rueda de prensa Mar Vila, de la Federación de Alimentación, Mar e Transporte del sindicato CIG, la dirección estaba haciendo un uso perverso de una herramienta para medir la productividad, convirtiendo lo que inicialmente estaba llamado a «premiar» en un arma con la que advertir, sancionar e incluso despedir. Ni las sentencias que dan la razón a las trabajadoras habían logrado que la empresa cesase en el envío de advertencias y sanciones. Pero tras el anuncio de movilizaciones realizado la pasada semana, la situación empezó a cambiar. Hace unos días, la empresa comunicó «que ía a deixar de enviar as comunicacións de produtividade». Como era un anuncio vago, y la plantilla ya no tiene demasiada confianza, se mantuvo la concentración de ayer, día en el que la dirección alcanzó el compromiso de que iban a abandonar la política que ha generado el conflicto.

Desde el sindicato CIG informaron de que, en vista de lo anunciado, se han suspendido de momento las protestas y movilizaciones que ya se estaban preparando. Pero esa decisión de la plantilla no es un cheque en blanco. Según explica Mar Vila, de la CIG, se ha solicitado una reunión extraordinaria y urgente para recoger en el acta el compromiso de la empresa. Además, reclaman que se dejen sin efecto las sanciones e incluso despidos decididos por la empresa hasta la fecha.

No es el único asunto que quieren abordar. Desde el anuncio de la movilización y hasta la celebración de la misma, ayer, muchas trabajadoras y sus representantes sindicales aseguran haber recibido presiones de una serie de mandos intermedios, orientadas a desmovilizar a la plantilla ante la convocatoria. Desde la CIG indican que desde la dirección de la empresa deben «pararlles os pés» a este tipo de actitudes. De no hacerlo, el sindicato denunciará en el juzgado estas situaciones de «abuso de poder».