Vilagarcía investiga el caso de la gárgola del siglo XVII amordazada por un caño

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

La orden religiosa que habita Vista Alegre guarda silencio sobre lo ocurrido

09 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Sostener una propiedad como el convento de Vista Alegre no debe de ser ni fácil ni barato, precisamente. Pero entre la chapuza desorejada que algún contratista perpetró hace meses en una de la frecuentes intervenciones de reparación que experimentan sus tejados y un trabajo respetuoso y bien hecho, a la altura de lo que el conjunto monumental merece, media una distancia tan amplia como los cuatro siglos que distancian nuestros días de la construcción de esta joya arquitectónica de Vilagarcía de Arousa.

El Concello acaba de abrir un expediente para investigar el descabellado caso de la gárgola del siglo XVII que ha sido cegada por un canalón de recogida de aguas pluviales. Tal ver resulte difícil de creer, pero lo cierto es que semejante despropósito ha pasado desapercibido durante un largo tiempo. El paso de Vista Alegre que separa el convento del pazo y del colegio Sagrada Familia es un lugar harto frecuentado. Solo el trasiego diario de los chavales y de sus familias genera un movimiento constante a su alrededor durante buena parte del día. Quienes en algún momento levantaron la cabeza y fijaron su vista en la gárgola amordazada, que los hay, aunque tampoco demasiados, calculan que la chapucera obra se ejecutó hace meses, probablemente más de un año. Ahora, el departamento municipal de Urbanismo se encargará de valorar los daños que ha sufrido la pieza.

A la espera de Patrimonio

Las conclusiones a las que lleguen los técnicos municipales serán elevadas a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, dependiente de la Consellería de Cultura, Educación e Universidade. Es de suponer que el departamento autonómico haya incoado su propio expediente al tener conocimiento de esta pedestre agresión, perpetrada en el único elemento de la capital arousana que goza de la categoría de monumento nacional. Y, por lo tanto, de la máxima protección en materia urbanística. De momento, en cualquier caso, la Xunta no se ha manifestado al respecto. Tampoco las madres agustinas recoletas pertenecientes a la orden de clausura que habita el convento, a las que el Arzobispado de Santiago de Compostela remite a la hora de obtener información sobre lo ocurrido. El silencio es, por ahora, la nota dominante.