Educación evaluará si Carril necesita un refuerzo para los niños con discapacidad

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Cristina y Lorena, madres de dos de los seis pequeños con discapacidades reconocidas que asisten al colegio de Carril
Cristina y Lorena, madres de dos de los seis pequeños con discapacidades reconocidas que asisten al colegio de Carril D. S.

La consellería considera, de inicio, que la dotación del centro es adecuada

01 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque es pronto para saber adónde llegará este proceso, el llamamiento de las familias de los cinco niños con discapacidad reconocida (en realidad son seis) que asisten a clase en el colegio Rosalía de Castro de Carril ha generado un primer efecto. Ayer, la Consellería de Cultura, Educación e Universidade se avino a revisar las necesidades del centro escolar vilagarciano. «O equipo de orientación específica fará unha valoración sobre se o centro ten algunha necesidade a maiores», confirmaron fuentes oficiales del departamento autonómico. A expensas de que esa evaluación se lleve a cabo, y de las conclusiones que extraiga, la consellería entiende que, de principio, el Rosalía de Castro «conta co persoal docente que precisa para cubrir as súas necesidades, e inclúe un especialista en Pedagoxía Terapéutica e outro en Audición e Linguaxe a tempo completo, a maiores do coidador».

Los familiares de los pequeños discrepan abiertamente de esta consideración. En el aula de cuarto curso de Infantil, en la que niños de dos y tres años se incorporan a la educación reglada, hay 19 alumnos. Tres de ellos presentan discapacidades que requieren de una atención especial. En el centro hay otros dos chavales en la misma situación, además de una niña insulinodependiente, que debe estar controlada. «En estas circunstancias, las profesoras están desbordadas, y lo mismo sucede con la logopeda y la pedagoga terapéutica, no digamos ya la auxiliar técnica educativa [denominación específica de la cuidadora]», subrayan Cristina y Lorena, dos de las madres que han decidido reclamar un refuerzo a la Xunta.

Ejemplos de situaciones comprometidas no les faltan. Uno de los niños padece un riesgo grave de lesión medular y exige vigilancia para evitarle movimientos bruscos. Pero la cuidadora debe acompañar al comedor a los dos niños con necesidades especiales que usan este servicio. Así que los otros cuatro quedan a cargo de sus profesores. «Hemos recurrido a la inspección, al Valedor do Pobo e incluso a la presidencia. No se trata -insisten- de ningún capricho, sino de un derecho fundamental a una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todo el alumnado».