La policía interviene 8,2 toneladas de hachís a una red arousana que operaba a través de Algeciras

Una operación conjunta del Cuerpo Nacional de Policía, la Dirección General de Seguridad Nacional de Marruecos y la Drug Enforcement Administration, la célebre DEA de Estados Unidos, ha permitido interceptar 8,2 toneladas de hachís y detener a cinco miembros de una red de narcotraficantes que operaba a través del puerto de Algeciras. La investigación concluye que el destino final del material se situaba en la órbita de una organización radicada en Cambados, que había establecido firmes contactos en el Estrecho a fin importar la sustancia psicotrópica desde el norte de África para su posterior distribución en Europa.

La demanda del hachís, por lo visto, era constante, tal y como los cuerpos policiales comprobaron desde los primeros pasos de sus pesquisas, hace seis meses. Lo que afloró entonces fue una organización criminal que empleaba el ferri que une la localidad marroquí de Tánger con Algeciras para resolver el traslado de la sustancia psicotrópica hasta territorio español. Lo hacía aprovechando el intenso tráfico de vehículos industriales que cruzan a diario el Estrecho de una a otra ciudad.

Camiones a bordo de un ferri

Con esa información en la mano, los agentes pudieron identificar el camión que utilizaba la organización para pasar el hachís a bordo del ferri, además de constatar que los mil kilómetros que separan Arousa del puerto andaluz no suponían ningún impedimento para que las operaciones fuesen dirigidas desde Cambados. Controlados el vehículo y el barco, solo restaba establecer un dispositivo de vigilancia y seguimiento, y aguardar.

Una vez en la Península, el conductor del camión, oriundo de Tánger, hizo noche antes de dirigirse a una propiedad situada en las afueras de Algeciras, con un equipo de la Policía Nacional en los talones. Un turismo, del que descendió un individuo, se introdujo en la misma finca al mismo tiempo que el vehículo que transportaba el hachís. Tres personas se dispusieron entonces a descargar una serie de cajas. Poco después, el automóvil abandonó la vivienda y fue interceptado por los agentes, que también detuvieron a un sujeto que se percató de que el grupo había sido descubierto y trató de huir.

Teléfonos, armas y munición

Tras asegurar el perímetro, la policía se introdujo en la propiedad, donde detuvo a una pareja y desarrolló un registro minucioso. Tanto en el patio como en la vivienda se disponían numerosos fardos en los que se distribuían 8.200 kilos de hachís. Además del camión, dos turismos y varios móviles, los agentes intervinieron dispositivos informáticos, una pistola, una escopeta cargada y munición. Al día siguiente cayó un quinto miembro de la red, que intentaba abandonar España a través del puesto fronterizo.

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