Agosto marca su máximo histórico en el consumo de agua en O Salnés

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

El turismo de O Grove, Sanxenxo y Vilanova disparan las cifras del 2021

08 sep 2021 . Actualizado a las 11:29 h.

Un barómetro infalible para medir los vaivenes poblacionales en la comarca es el registro de consumo de agua que cada mes obtiene la Mancomunidade do Salnés, y como, cabía esperar, el pasado agosto ha sido de récord. Se utilizaron 768.861 metros cúbicos de agua, siete mil más que en 2020 y treinta mil más que en el año anterior en el mismo periodo. No obstante no fue el mes de mayor consumo en el histórico de la mancomunidad porque en julio del año pasado se alcanzaron los 806.088 metros cúbicos, frente a los 700.238 de este año.

Se ve que el turismo se decantó más por agosto que por julio en el 2021, si bien, independientemente de estas fluctuaciones, lo que queda en evidencia es que los dos veranos de la pandemia han sido multitudinarios. Muchos arousanos optaron por pasar las vacaciones en casa y los españoles que en circunstancias normales viajarían al extranjero eligieron destinos nacionales, como las Rías Baixas, para disfrutar de un verano con mascarilla.

Por supuesto, O Grove y Sanxenxo son los concellos que más aumentaron su población y, con ello, el consumo de agua. Entre los dos municipios absorben casi la mitad del caudal que capta la mancomunidad del río Umia, -238.260 y 147.564 metros cúbicos en agosto, respectivamente- y podría ser mucho más si Sanxenxo no bebiese de la red de suministro de Pontevedra.

No es el único concello que utiliza una segunda fuente de abastecimiento. Vilagarcía se nutre, sobre todo, del embalse de O Con y de varios manantiales en Lobeira, de hecho, pese a ser el municipio con más población censada, es el que utiliza menos agua del Umia: 2.290 metros cúbicos en agosto frente a los 94.608 de Cambados y los 107.971 de Vilanova.

Este último ayuntamiento es de los que experimentó un incremento notable este agosto respecto al mes de julio, en contra de lo ocurrido en A Illa de Arousa, donde en julio se bebió y regó más que en agosto, 49.378 metros cúbicos frente a 47.701. Ribadumia gastó el mes pasado 58.545 metros cúbicos; Meaño, 45.660 y Meis, 25.962. En septiembre bajarán estas cifras.

La mancomunidad busca fórmulas para afrontar el sobrecoste que supone el precio de la electricidad en la planta de bombeo

Nadie se escapa al mazazo que supone la factura eléctrica en estos tiempos. Lo sufren las familias, las empresas y las administraciones que, como la Mancomunidade do Salnés, tienen que operar con instalaciones con un alto consumo eléctrico. Es el caso de la planta de bombeo de Pontearnelas, desde donde se transporta el agua que se capta en el río Umia a la planta depuradora situada en Treviscoso (Vilanova), lo cual supone salvar un desnivel de cien metros y 6,5 kilómetros de recorrido a través del colector general.

Para hacer esto posible es necesario utilizar un mínimo de 700 vatios de potencia -que es el consumo de arranque de la estación-, lo cual se traduce en una factura de 400.000 euros al año. Y en el 2021, esta cifra será bastante mayor. La presidenta de la entidad, Marta Giráldez, confiesa que hay preocupación por este tema -del asunto ya se habló en la última reunión de alcaldes- y que todavía no se ha encontrado la fórmula para hacer frente a este sobrecoste.

La situación sería mucho peor de no haberse implantado en la planta de Pontearnelas sistemas de eficiencia energética, que incluyen una miniplanta fotovoltaica. Pero sigue sin ser suficiente para compensar el gasto desorbitado que ocasiona la escalada en el precio de la luz y el tirón del consumo del verano. Mientras que en invierno se bombea un máximo de dos veces al día para llenar los depósitos de Tremoedo, en el verano hay que aumentar la frecuencia a tres veces para poder atender las necesidades de toda la población.

El Umia sigue respondiendo bien, y la infraestructura también, de modo que este verano no ha faltado el agua en los grifos. No obstante, esa espada de Damocles siempre está ahí. La mancomunidad sigue esperando por la inyección económica de la Xunta para abordar el proyecto de ampliación de su capacidad de almacenaje y depuración de agua potable mediante la construcción de un nuevo depósito que permitiría pasar de los 10 millones de litros actuales a 40.