Stop Desahucios pone el foco en el problema de la vivienda en Arousa

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Proponen destinar casas vacías en manos de bancos a alquileres sociales

26 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La Plataforma Stop Desahucios ha remitido una carta al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, para solicitarle la adopción de medidas que permitan controlar los problemas de acceso a la vivienda que se están produciendo en el entorno de la ría de Arousa, tanto en su zona norte como en la sur. En este área, donde existe un gran número de viviendas vacías, los desalojos por impagos de hipotecas o alquileres siguen estando al orden del día, colocando a muchas familias en una situación crítica de la que solo pueden salir si las administraciones públicas les ofrecen alternativas habitacionales. Es decir, casas en las que poder intentar reconstruir su vida. Y es que, tal y como recuerda Stop Desahucios en su carta al presidente de la Xunta de Galicia, «hablamos de la vivienda habitual que la Constitución, en su artículo 47, señala como un derecho y como una garantía universal para todos los ciudadanos, y que los poderes públicos tienen la obligación de preocuparse de dar una solución u ofrecer alternativas». Apelando a ese derecho, la plataforma reclama la adopción de medidas «valientes y reales».

Como primer paso proponen «negociar con la Sareb y los fondos de inversión la cesión temporal de viviendas vacías» que puedan tener en su poder en los municipios que recorren la costa entre Ribeira y O Grove, que se destinarían a alquileres sociales «para garantizar el derecho a la vivienda». A medio plazo, urgen la construcción de viviendas públicas en terrenos cedidos por los concellos de esta amplia área. Y, de forma paralela, señalan desde Stop Desahucios las bondades del bono social, «un método importante para paliar la situación de algunas familias».

Cuando hay niños

«Cuando una familia vulnerable se enfrenta a un procedimiento de desahucio, la Xunta tiene la obligación de garantizar una alternativa, pero ante la falta de vivienda no se cumple con regularidad», hasta el punto de que «desde los propios servicios sociales se les gestionan contactos con familiares cercanos para un acogimiento, o bien se les ofrece un alojamiento provisional en algún hostal».

La situación es complicada para todas las personas en esa tesitura, pero se vuelve insoportable cuando hablamos de familias con menores. Cuando se da este caso, «se les amenaza con que podrían intervenir los servicios de protección al menor por existir riesgo de desamparo, e incluso se adoptan medidas cautelares que casi siempre terminan en sacar a los menores del núcleo familiar». Son situaciones muy duras que se podrían aliviar de existir una bolsa de viviendas destinadas a fines sociales.