El alcalde de Vilanova se ofrece a trabajar gratis para no dejar Baión sin médico en agosto

Bea Costa
bea costa VILANOVA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Durán ejerció en este consultorio durante 14 años, hasta el 2007

02 ago 2021 . Actualizado a las 14:03 h.

«Yo encantado, para mí serían unas vacaciones», dice el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán. Habla del órdago que lanzó el lunes en el pleno cuando anunció su disposición a trabajar durante el mes de agosto en el centro de salud de Baión. El titular de la plaza se va de vacaciones y la parroquia corre el riesgo de quedarse sin médico dados los problemas de personal que padece el Sergas.

El asunto salió a colación a raíz de una moción del PSOE por la cual insta a la Consellería de Sanidade a tomar medidas al respecto. Como cabía esperar, el PP apoyó la iniciativa y el regidor sorprendió a propios y extraños ofreciéndose para el puesto. «Estoy dispuesto a que me contraten y renunciar a la dedicación de la alcaldía durante un mes, y, si no, incluso iría gratis porque no hay médicos y lo que no quiero es que se cierre la consulta de Baión», explica el regidor.

Es la segunda vez que plantea esta propuesta. La hizo el año pasado, también como consecuencia de las vacaciones de agosto, y entonces, como ahora, Gonzalo Durán hizo llegar su idea a las autoridades sanitarias que, según informa él mismo, le respondieron con un «se estudiará». Va a ser difícil que a sus 59 años vuelva a vestir la bata blanca pero, desde luego, por él, no quedará.

El regidor conoce bien el consultorio de Baión no en vano trabajó allí durante catorce años, desde 1993 a 2007, cuando abandonó el puesto para pasar a cobrar un sueldo por su dedicación a la alcaldía. No obstante, ni así, dejó la praxis médica. El dirigente popular se jacta de que siempre estuvo y sigue activo porque hay vecinos que siguen acudiendo a él en busca de un diagnóstico o de un consejo; a veces, incluso los recibe en la alcaldía: «Yo mantengo la actividad clínica, no cobro, claro, pero sigo colegiado; ahora con la pandemia todavía me viene más gente, al ayuntamiento y a casa, a que les mire los análisis o que les haga la PCR».

Regresar a Baión supondría reencontrarse con muchos antiguos pacientes, muchos de ellos que trató siendo niños en revisiones como las que se hacían a los alumnos de octavo de EGB en el propio colegio. No le faltan anécdotas de aquellos tiempos en los que por oficio le tocaba hacerle una receta a quien después tenía que rebatir en el pleno, caso del concejal del PSOE Germán Martínez. «Cuando tardaba mucho en salir de la consulta, la gente decía que si estábamos haciendo allí los plenos y algún socialista me dijo que como alcalde no era gran cosa, pero que como médico no era malo», recuerda. Dos décadas después es otra vecina de Baión, Sheila Ferreira, la que le planta cara desde la oposición. «Quizás de niña la traté, puede ser, desde luego a su familia sí». Formaban parte de las 2.500 cartillas adscritas entonces al centro de salud de Baión, una cifra que ha mermado considerablemente con el paso de los años por el envejecimiento de la población.