El furtivo campista también hace parada en A Illa

r.e. A ILLA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Los vigilantes de la cofradía sorprenden a un turista con casi tres kilos de marisco

12 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«Espéranos un verán complicado». Juan Rial Millán, el patrón mayor de la cofradía de A Illa y presidente de la OPP-20, expresa con esas palabras la preocupación que experimentan las personas asociadas al pósito, especialmente a las mujeres de la agrupación de marisqueo a pie, ante la campaña estival. La campaña turística aún no ha comenzado oficialmente, pero el buen tiempo hace que las playas de esta localidad arousana hayan comenzado a recibir visitas, por lo que los furtivos de bañador no tardarán en hacer acto de presencia. En aparcamiento de O Bao es raro el día en el que no se encuentra acomodada alguna autocaravana. Los ocupantes de uno de esos vehículos protagonizaron ayer uno de los primeros episodios de furtivismo veraniego: fueron descubiertos con un buen lote de marisco que habían recogido de la playa.

 Según explica el patrón mayor de A Illa, las personas implicadas en este suceso, vecinas de Portugal, observaron a las mariscadoras durante su faena. Y cuando ellas terminaron de hacer su trabajo, bajaron a la playa y se dedicaron a recoger el marisco que las profesionales del mar habían descargado, en muchos casos por no dar la talla reglamentaria. Sin pensar en esas limitaciones que pretenden proteger el recurso, hicieron un lote de productos variados que rozaba los tres kilos de peso.

No es la primera vez que los vigilantes de la cofradía de A Illa descubren a los usuarios de las autocaravanas de O Bao utilizando la playa contigua como si se tratase de una despensa abierta a todo el mundo. Para evitar este y otros desmanes, las mariscadoras están organizando ya los turnos de vigilancia estival: un trabajo no remunerado que puede parecer muy apetecible desde fuera, pero que supone un sobre esfuerzo y que, sobre todo, somete a las profesionales del mar a la insoportable tensión de tener que hacer frente a desagradables situaciones.