Vilagarcía recibe 236 solicitudes de ayuda a la reactivación, la mitad que en la convocatoria anterior

Serxio González Souto
Serxio González VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

La mayoría de las peticiones proceden de la hostelería y el pequeño comercio

12 abr 2021 . Actualizado a las 21:53 h.

Gastos fijos realizados o devengados entre el 1 de noviembre y el día en que se cursa la solicitud. Estos son los gastos subvencionables por parte del Concello de Vilagarcía a los que aspiran los 236 negocios que concurren a la segunda convocatoria de las ayudas para la reactivación económica abiertas en la capital arousana. La gran mayoría de ellas, 134, parten de uno de los sectores más castigados por las restricciones aplicadas para tratar de frenar la pandemia del coronavirus, la hostelería. Cerrado el plazo el jueves pasado, en segundo lugar se sitúa el pequeño comercio y, ya a bastante distancia, pequeños negocios del sector servicios y alguna petición de la rama turística.

Las ayudas se articulan en dos modalidades: aquellas destinadas a los establecimientos obligados a cerrar, y las que se dirigen a quienes sufrieron un descenso de facturación como consecuencia de las limitaciones al hilo de la crisis sanitaria. En el primer grupo, el apoyo se traducirá en 600 euros para los titulares de un solo local, y de 800 si poseen más de un negocio. Dentro del segundo, las subvenciones alcanzarán los 400 para un único local y los 600 en el caso de varios. La mayor parte de las solicitudes recibidas por Ravella se corresponden con ayudas de 600 euros.

El importe total de esta convocatoria, la segunda que el Concello realiza en menos de un año a través de la concejalía de Promoción Económica, asciende a 200.000 euros. En aquella primera edición, el número de peticiones se elevó a 533, más del doble de las recibidas ahora. Las ayudas, cuyos primeros expedientes de concesión acaba de aprobar el equipo de Alberto Varela, son compatibles con las líneas abiertas por otras Administraciones. Lo que se pretende con ellas, precisa el gobierno socialista, es evitar la pérdida de actividad por cierres definitivos, mantener el empleo y la competitividad, y actuar como revulsivo para la recuperación.