«Hay quien se lleva cargamentos de lanas por si vuelven a cerrar los concellos»

Rosa Estévez
rosa estévez CAMBADOS / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

El pequeño comercio recupera sus clientes de otros municipios tras el ahogo de los cierres perimetrales

27 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los cierres perimetrales apretaron, hasta casi ahogar, al comercio local arousano. Por eso, la de ayer fue una jornada de ilusión y sonrisas en la mayoría de los establecimientos de O Salnés, hasta los que pudieron volver, por fin, los clientes «de fuera». Es decir: los del pueblo de al lado. En Vilagarcía, aunque se notó más trajín durante la jornada, esperan que el bum del reencuentro se produzca durante este fin de semana. En otras localidades, como Cambados, ya ayer se notó la afluencia de vecinos de localidades como Ribadumia o Meis. «Estamos viendo a clientes que llevaban meses sin venir a Cambados», explicaba a última hora de la mañana Juan Rey, el presidente de Zona Centro.

Y sus sensaciones eran compartidas por los establecimientos a pie de calle. En la mercería Celia, por ejemplo, a María Pillado se le escapaba la sonrisa al hablar de esta jornada de levantamiento de las fronteras municipales. «Parece que vemos un poco de luz», relataba. «Prácticamente toda la gente que atendimos durante la mañana es de los alrededores», señalaba. Clientes de toda la vida que se vieron, de repente, privados de la posibilidad de comprar en el comercio cambadés y que aprovecharon la ocasión de volver a él en cuanto tuvieron la oportunidad. «También la gente está contenta de volver a moverse, de venir a comprar el pescado, de hacer recados», cuentan desde la mercería. En su caso, fueron muchas las personas que acudieron «a recoger encargos que nos habían hecho y que aún no habían podido venir a buscar».

Pero, aunque la alegría era generalizada -hasta el día, luminoso, parecía querer levantarnos los ánimos a todos- la gente «sigue preocupada y desconfiada». Así que algunas de las clientas que se acercaron a la veterana mercería Celia se hicieron con una buena provisión de lanas. «Hay quien se llevó un cargamento para tener en casa por si volvemos para atrás», explican desde detrás del mostrador. Y desde ese mismo lugar hacen votos para que eso no ocurra. «El comercio no vive solo de la gente del pueblo; necesitamos a la gente de los alrededores», comenta María Pillado. «Se habla mucho de la hostelería, y con razón. Pero para el comercio las cosas también están mal; al final, esto es una rueda».