La mancomunidad implanta un servicio de monitorización de sus servicios «a la japonesa»

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

AROUSA

cedida

El objetivo es optimizar el rendimiento en el consumo eléctrico, el suministro de agua o el trabajo de oficina

06 feb 2021 . Actualizado a las 17:41 h.

En su carrera por optimizar el rendimiento de sus servicios, la Mancomunidade do Salnés está implantando un sistema de monitorización que le permite hacer seguimiento en tiempo real y favorecer la operatividad de sus distintos departamentos a golpe de clic. El gerente no tiene más que echar mano de su móvil para saber cuál es el nivel de producción de los paneles solares de la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) de Tremoedo o para conocer dónde están y qué hacen en cada momento los vehículos del parque de maquinaria comarcal. Es, en palabras de José Ramón García Guinarte, un sistema que emula al de empresas japonesas como Nissan, que él tuvo ocasión de conocer.

Monitorizados están también los depósitos de cola de la red de suministro de agua, lo que permite, través de soluciones de ingeniería hidráulica, sincronizar su funcionamiento en aras de aprovechar al máximo este recurso escaso. Los diez millones de litros al día de capacidad de almacenaje que tiene la mancomunidad se quedan cortos para atender las necesidades de la población durante el verano y, mediante el control de estos depósitos, se puede obtener un mayor rendimiento. El próximo paso, explica Guinarte, será automatizar toda la logística con una suerte de «cerebro electrónico» implantado en la red de abastecimiento.

A bajo coste

La monitorización se llevará, también, a los centros de formación y otros departamentos de carácter administrativo, porque la estructura de la mancomunidad ha crecido tanto que se precisan herramientas tecnológicas para la gestión del día a día. Y todo ello sin apenas gasto; la inversión para monitorizar la ETAP rondó los 200 euros.

El aumento de servicios también requiere de más espacio físico; las oficinas de Exposalnés -a las que se trasladó la mancomunidad en 2017- se quedan pequeñas, hasta el punto de que la entidad está negociando con el Concello de Cambados para volver a ocupar la primera planta del edificio municipal de Rúa Nova, donde la entidad tuvo su última sede.

Aquella unión de concellos nacida hace tres décadas nada tiene que ver con la mancomunidad del 2021, que maneja un presupuesto de cinco millones de euros y da servicio en numerosas áreas: formación, empleo, servicios sociales, mantenimiento de vías públicas, suministro de agua y gestión de la red de saneamiento, recogida de basuras y, por supuesto, promoción turística.

La presidenta, Marta Giráldez, compareció este viernes junto al gerente para dar cumplida cuenta de las actividades desarrolladas a lo largo del 2020, un año complicado debido a la pandemia, pero del que la alcaldesa de Meis hace una lectura positiva: «A mancomunidade foi quen de reinventarse e medrar», apuntó. Se refiere, por ejemplo, a la necesidad de implantar el teletrabajo y sistemas online en su oferta formativa, que abarca desde cursos de inglés a prácticas en bodegas o los cambios de calendario en función de las restricciones de cada momento.

Turismo y control de vertidos

La pandemia ha retrasado algunos proyectos, sobre todo en materia turística, pero en cuanto sea posible, la mancomunidad se volcará en este año Xacobeo con la Variante Espiritual, la ruta Navega o Camiño, pondrá en marcha la plataforma de ventas Salnés Clic y sacará el libro de recetas tradicionales.

Hay otros proyectos gestándose sobre los que la mancomunidad todavía no da demasiados detalles a la espera de que se confirmen las líneas de financiación. De lo que sí pueden hablar es del nuevo servicio medioambiental por el cual se tratará de localizar los puntos de vertido que contaminan las aguas de los ríos y de la ría. En estos momentos se está con la fase de contratación del técnico que estará al frente de una oficina a la que podrán dirigirse los ciudadanos para denunciar hechos de esta naturaleza. El objetivo es actuar de forma rápida y eficaz ante situaciones como las que se producen con frecuencia en el Umia, donde, cuando llueve mucho, los aguas de las empresas de los polígonos industriales de Ribadumia y Cambados acaban en el río al desbordar la red de alcantarillado.