La «pequeña incidencia» que obligó a aplazar la vacunación en Divina Pastora
AROUSA
La Xunta reconoce un problema con el listado de personas afectadas
31 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Eran, en total, unas 170 personas, entre mayores y plantilla, las que estaban preparadas para recibir ayer la vacuna del covid-19 en la residencia Divina Pastora, en Vilagarcía. Este centro, junto con el Ballesol de Poio, había sido seleccionado por el área sanitaria para continuar con el proceso de inmunización contra el virus iniciado el martes en Servisenior, también en la capital arousana. Sin embargo, una «pequeña incidencia» frustró los planes en el centro arousano. «Nos comentaron que había surgido un pequeño problema y que se aplaza para otro día, aunque de momento no nos han dado fecha», explica Celina Rey. Reconoce que en el centro que dirige cundió tras la noticia un cierto sentimiento de decepción. «Estábamos ilusionados, la verdad. Pero bueno, será cuestión de días», señalaba la responsable de la residencia.
Son parcas las explicaciones ofrecidas por Sanidade sobre el problema surgido en Divina Pastora. Según la escueta información oficial, se ha producido una «pequeña incidencia en la elaboración del listado de trabajadores y usuarios que se tenían que vacunar», y dado que las dosis llegan con nombre y apellidos, se decidió aplazar el operativo. Se retomará, previsiblemente, la próxima semana.
Donde no hubo contratiempos sobre la planificación prevista fue en Ballesol, en Poio, el primer centro sociosanitario de la comarca de Pontevedra en recibir las dosis de la vacuna de Pfizer. Desde la residencia indicaron que desde primera hora de la mañana y hasta la tres de la tarde se pincharon 200 personas, 129 residentes y el resto personal del centro. La primera usuaria en inmunizarse fue Carmen Arce, y el primer trabajador, el médico Jesús Luengo. Desde Ballesol destacaron que desde el inicio de la pandemia, el pasado marzo, la residencia no ha tenido casos positivos de coronavirus.
Hoy, último día del 2020, se iba a seguir con el proceso de vacunación en otros dos centros del área sanitaria, el asilo de Caldas de Reis y la residencia de Campolongo, en Pontevedra. Finalmente, no será en esta última, sino en Vilaboa. Los centros sociosanitarios con algún positivo en sus dependencias quedarían para el final del proceso. El Sergas quiere completar el blindaje de las residencias en tres semanas. La primera fase afectará a 1.900 personas.