Que la Navidad no deje mala huella

Rosa Estévez
rosa estévez O GROVE / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

El Aula da Siradella ofrece consejos para celebrar unas fiestas sostenibles

14 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Salvar la Navidad» fue, semanas atrás, un mensaje lanzado, de forma casi obsesiva, desde distintos frentes. La batalla a corto plazo que había que librar con el covid-19. Deberán explicar los augures de la pandemia si hemos conseguido, o no, la victoria en ese capítulo de la pandemia. Pero todo apunta a que no. Las celebraciones estarán restringidas, así que el factor humano de reencuentros y veladas en familia parece seriamente tocado. Y los indicadores semejan indicar que esa parte económica que hace de la Navidad el gran negocio del año va a sufrir, y mucho, los efectos de la pandemia. Según un estudio del Observatorio Cetelem, el 40 % de los españoles declaran que no disponen de dinero para gastar estas Navidades o que prefieren guardarlo para imprevistos. Y aún así, la Navidad del 2020 hará crecer el consumo. Para muestra, los 45.000 puestos de contratos que, previsiblemente, se formalizarán durante la campaña solo en Galicia.

Todos estos datos nos colocan, todos los años, ante la misma reflexión. ¿Es necesario convertir la Navidad en un aquelarre del consumismo? ¿Es, siquiera, viable? Ese tipo de cuestiones se plantearon esta misma semana en el transcurso de una charla organizada por el Aula da Natureza da Siradella, en lo más alto de O Grove. «Non temos o ánimo de amargarlle as festas a ninguén. Pero queremos reflexionar sobre o impacto que hai detrás do noso consumo nunhas datas coma estas», señalan desde el aula de educación ambiental. Y además de debatir, la sesión sirve para transmitir algunos pequeños consejos sobre cómo hacer más sostenibles estas fiestas.

Decoración

Nada de usar y tirar. Los adornos, mejor que te tengan muchas vidas. Evitemos todo aquello que sea de «usar e tirar, mesmo as plantas de viveiro que non se poden transplantar». Y apostemos por reciclar para elaborar nuestros propios adornos. Los pulverizadores de nieve y las luces excesivas, con su excesivo consumo de energía, mejor bajo control: lo agradecerá el medioambiente y el bolsillo. 

Dejemos el musgo en paz. «En Palestina, hai 2.000 anos, moi verdes non debían de ser as paisaxes», dicen desde el aula de A Siradella, desde donde conminan a la ciudadanía a no salir «a por musgo para os beléns». Existe una gran cantidad de especies, algunas más raras que otras, pero todas ellas son fundamentales para el mantenimiento, del sistema hídrico en los bosques. Así que hay que cuidarlas. Igual que hay que respetar el muérdago, el acebo y el rusco, tres plantas que se han convertido para su desgracia en símbolos de la Navidad, lo que ha provocado que «arrambláramos con elas na natureza. Se as queremos usar, de viveiro. Ou mellor, debuxadas».

Regalos 

Desde el envoltorio. Los regalos son uno de los elementos definitorios de la Navidad. Para envolverlos, mejor reutilizar papel de regalo o emplear otro tipo de materiales, como las hojas de un periódico con un bonito lazo. Desde luego, siempre que sea posible evitar todos aquellos paquetes que tengan un exceso de plástico. Lo que importa es lo que va dentro. Si hablamos de rapazada, evitar los regalos con connotaciones sexistas o bélicas. «Hoxendía pódese apostar polo xoguete educativo, porque hai unha enorme variedade que vai moito máis alá do puzzle de toda a vida». Para intentar echar el freno a un consumo desmesurado, «intentar evitar a compra de bens físicos. Por que non regalar experiencias? Unhas entradas de cine, un vale para unha casa rural...». Y ojo a las compras por Internet. Más allá del daño que el comercio digital ocasiona al negocio que tenemos en nuestra calle, hay que tener en cuenta que el traslado de nuestros regalos desde la otra punta del mundo deja una enorme huella.

ADRIÁN BAÚLDE

 En la mesa

Sentidiño en todos los frentes. «Neste terreo, os consellos son os mesmos de todo o ano: consumir produtos de proximidade e o máis ecolóxicos posible», explican desde el Aula da Natureza da Siradella. Es un consejo que se puede aplicar siempre, al igual que el de «ler con atención as etiquetaxes». Ponen un ejemplo: hay mariscos que se consumen en estas fechas que son frutos de sistemas de producción que tienen efectos devastadores sobre algunas zonas del planeta y cuyo traslado hasta aquí deja una tremenda huella. «Igual é mellor consumir un pouco menos de marisco, pero que sexa de proximidade, e non encher a mesa de forma obsesiva».