La Guardia Civil incrementa la presión en los municipios no perimetrados

La Voz

AROUSA

MONICA IRAGO

La hostelería de muchos concellos apenas trabaja pese a tener restricciones mínimas por la falta de clientela de ayuntamientos vecinos

12 dic 2020 . Actualizado a las 16:12 h.

Están al otro lado de la frontera, fuera de esas almendras perimetradas que llenan el mapa de Galicia en esta extraña preNavidad. Pero hasta los locales de hostelería que se han librado de las restricciones más severas están deseando recuperar la normalidad perdida en marzo. Porque, para ellos, esta temporada tampoco está siendo fácil.

En algunos casos, porque el cierre de ayuntamientos próximos los ha dejado con menos clientes que de costumbre. En Catoira, hay establecimientos que acusan un descenso del 50 % de sus ventas anuales. «Dinme que teño sorte de estar aberto. ¿Sorte de que? Teño a porta aberta, pero o único que fago é vir perder o tempo», se lamenta un empresario catoirense del sector de la hostelería. Algunos de sus compañeros tienen más suerte. «Nós a maior parte dos clientes que temos son da zona de Isorna e da Baqueriza, e eles poden seguir vindo porque Rianxo non está pechado. De traballo andamos máis ou menos coma sempre», explican desde otro local.

En lo que coinciden todos es a la hora de destacar el intenso control que la Guardia Civil está desplegando en estos «puestos fronterizos» del 2020. «Hai controis case a diario, se non é nuns bares, é noutros», relatan los hosteleros. Son incursiones rápidas en los locales para pedir carnés y asegurarse de que no hay nadie en ellos que sea oriundo de un municipio perimetrado. «Que fagan os controis está ben, claro pero o que xa non está tan ben son as formas que utilizan, porque ás veces parece que máis que un control estean a facer unha redada», se lamentan algunos de los hosteleros consultados por La Voz.