Peligra la solidaridad entre concellos que hace modélica a la mancomunidad

La Mancomunidade do Salnés nació en 1986 con el fin de dar agua a los concellos de Vilanova, Cambados y Grove y, poco a poco, fueron incorporándose el resto de los municipios de la comarca hasta sumar nueve, con la última adhesión de Vilagarcía. Su razón de ser era unir esfuerzos y recursos para dar más y mejores servicios a los ciudadanos y con esta premisa fue posible dotar a la comarca de red de saneamiento, servicio de suministro de agua potable, un completo parque de maquinaria y aplicar políticas turísticas y de empleo que han dado muy buenos resultados, hasta el punto de convertirse en una entidad modélica dentro y fuera de Galicia. Pero la lucha partidaria entró en juego y esta dinámica se truncó.

Tras las elecciones del 2015, la izquierda se hizo fuerte en la comisión ejecutiva tras un cuarto de siglo de hegemonía aplastante del PP, y, aunque el PSOE no pudo hacerse con la presidencia, que siguió en manos del vilanovés Gonzalo Durán, ya nada volvió a ser lo mismo.

Desde entonces se han capeado los temporales y la división internas no pasó del plano político, pero ahora la mancomunidad se enfrenta a una auténtica tempestad.

El detonante fue un comunicado emitido el miércoles por la presidencia por el que informaba de que le es «imposible» asumir las expropiaciones que requiere la renovación y mejora de la red de saneamiento de Vilanova y Cambados. El proyecto prevé la instalación de un colector y un tanque de tormentas y, para ello, hay que ocupar una franja de tres metros de ancho de 36 parcelas siguiendo la línea de la costa entre San Miguel y Tragove. La inversión para la compra de terrenos se estima en unos 60.000 euros.

Aunque la obra la acomete y financia la Xunta -que aporta un millón de euros-, son los concellos los que tienen que poner a su disposición el suelo necesario, y en la mancomunidad dicen que es a Cambados y Vilanova a los que corresponde resolver esta cuestión.

La nota de prensa llevaba a presagiar una airada reacción desde del Concello vilanovés, y las previsiones se cumplieron. El alcalde Gonzalo Durán se hizo acompañar este viernes por el portavoz del PP en Cambados y vocal de la mancomunidad, Luis Aragunde, para lanzar un mensaje rupturista: o la mancomunidad rectifica o Vilanova dejará de pagar por obras y servicios que benefician a terceros. «Vilanova lleva pagando diez años a razón de 15.000 euros anuales por la tubería de O Grove y nosotros no nos servimos de ella. O se corrige esto o si no que se olviden de que paguemos. Una cosa es ser solidario y otra, ser tonto», señaló el regidor.

Es la primera vez que se pone en cuestión la solidaridad económica entre concellos, lo cual sitúa a la entidad comarcal en una difícil tesitura. Vilanova depende de la mancomunidad para que su alcantarillado funcione, para que los grifos echen agua y para arreglar los baches de sus caminos, pero Durán advierte de que, si la ley se lo permite, dejará de participar en inversiones que no atañen a su municipio.

Sería una fractura sin precedentes de la que Durán Hermida responsabiliza a la presidenta Marta Giráldez. Considera que la socialista no está legitimada para ocupar la presidencia de la mancomunidad -se remite a la operación labrada en Meaño para darle a la izquierda la mayoría en el ente comarcal- y la acusa de arrogarse competencias de la comisión ejecutiva. «Quisiera saber yo que opinan los demás alcaldes de todo esto».

El dirigente vilanovés afirma que la titularidad de la red de saneamiento es de la mancomunidad e insiste en que la obra es de interés general en cuanto que repercutirá en la eliminación de vertidos a la ría de Arousa. Además, y de refilón, esta inversión permitirá llevar a cabo una intervención por la que se lleva años suspirando en O Salnés: una senda peatonal que comunique por la costa Cambados, Vilanova y A Illa de Arousa.

Ya que hay que comprar los terrenos para el nuevo colector, se aprovechará este itinerario para trazar un camino por el que puedan circular peatones y bicicletas y que completaría la Ruta del Padre Sarmiento. Quedaría por resolver el escollo de Rego do Alcalde, donde es necesario construir una pasarela para sortear la marea alta, pero el grueso de proyecto quedaría encaminado.

Pena y preocupación

Luis Aragunde dice estar muy preocupado por lo que califica de «fito histórico de desarraigo e pouca colaboración entre concellos» y Durán se confiesa apenado. «Nunca las siglas estuvieron por encima del bienestar de los vecinos. Llega esta señora [Marta Giráldez] y todo salta por los aires. Es la peor presidenta en la historia de la mancomunidad, una destructora de consensos sin ningún motivo». Y es que opinión de Gonzalo Durán, la razón esgrimida por Giráldez de que la mancomunidad no tiene liquidez, entre otras cosas porque Vilanova no paga su deuda de 400.000 euros, no se sostiene. «No es un problema de dinero, es el hecho. Incluso estamos dispuestos a adelantarle el dinero a tesorería de la mancomunidad para que compre los terrenos, y si no los compraremos nosotros». En cuanto a la deuda, Durán dice que ni es tan elevada ni puede utilizarse como excusa y que si no paga a la mancomunidad es porque en su Concello se da prioridad a los proveedores. El PSOE de Vilanova ha reaccionado este sábado a estas declaraciones. «Desfachatez, cinismo y burla hacia los vecinos y vecinas de Vilanova». Esta es la valoración que le merecen las declaraciones del alcalde a quien le ecuerda que el período medio de pago en este Concello es actualmente de 420 días, cuando el máximo legal es de 30 días. «A pesar de que las arcas cada vez están más mermadas, y de situar a nuestro concello como el más endeudado con la Mancomunidad, tiene la desfachatez de hacer referencia a principios de solidaridad y cooperación. Dos palabras de las que desconoce el significado al no haber asumido todavía que ya no ostenta la presidencia de la mancomunidad», añaden los socialistas.

Gonzalo Durán: «Si yo fuera presidente habría un consejo comarcal del covid»

Gonzalo Durán lleva meses evitando polémicas con la mancomunidad. Desde que dejó la presidencia se desligó de la entidad hasta el punto de que ni siquiera ha tomado posesión como vocal, pero ayer, a rebufo de lo ocurrido con la obra de la red de saneamiento, rompió su silencio. Acusó a la socialista Marta Giráldez de falta de gestión y de dejar la política turística a merced de la Diputación de Pontevedra. «Proyectos novedosos, ninguno. No fue capaz de terminar ningún proyecto de los que yo le dejé en marcha». Y también se refirió a la gestión de la mancomunidad en relación a la pandemia. «Si yo fuera presidente habría un consejo comarcal para controlar el covid desde el primer momento, con el asesoramiento médico de la Universidad de Santiago. Con todo lo que se podría haber hecho... ¿hay un plan de recuperación turística de O Salnés?, nada», añadió el alcalde de Vilanova.

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